“El papa Francisco es mi confidente y mi guía espiritual”: Gabriela Michetti

El arquitecto Héctor Benavides pudo entrevistar a una de las personas más cercanas al Pontífice: la entonces diputada Gabriela Michetti.

Michetti (izq.) hizo hincapié en la preferencia del Papa por los pobres. Especial
Héctor Benavides
Monterrey /

El 13 de marzo de 2013, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido como el nuevo Papa de la Iglesia Católica, tomando el nombre de Francisco.

Las agencias de noticias internacionales, en particular las argentinas, empezaron a mencionar el nombre de Gabriela Michetti, ex vicejefa de gobierno de Buenos Aires, como una de las personas más cercanas al nuevo Pontífice.

En una transmisión especial de MILENIO Radio, dos horas después de que se conociera el nombre del nuevo Obispo de Roma, entrevistamos a Michetti, a la sazón diputada por el partido PRO y posteriormente vicepresidenta de Argentina.

 

Gabriela Michetti, se dice que usted es muy amiga del nuevo Papa, que es su confidente, ¿es así?

No, eso es una exageración. No sé quién es la confidente de Bergoglio, pero en realidad yo podría decir que él es mi confidente.

¿Pero sí son amigos?

Bueno, sí, soy amiga de él y tengo ese privilegio enorme de conversar cada dos o tres meses (con él), que son conversaciones maravillosas, porque él es una persona muy especial. Así que es un poco mi guía espiritual. Estoy sumamente feliz, creo que no solo la Iglesia Católica va a tener un conductor, un pastor muy especial, sino que va a ser una persona que va a poder transmitir valores.

¿Cuál es la posición del nuevo Papa sobre la Iglesia de los Pobres y la Teología de la Liberación?

Bergoglio es un jesuita, es un sacerdote muy abierto, muy dispuesto al diálogo, como le decía recientemente, y creo que además en lo personal él tiene hecha una opción por los pobres.

Testimonios hay muchos, él nunca usaba –siendo arzobispo de Buenos Aires y siendo cardenal– auto con chofer ni auto personal, siempre se subía a un colectivo común o a un subte, como le decimos acá al Metro, para ir a la villa. Nosotros le decimos la villa a los barrios muy pobres. 

Era frecuente ver a Bergoglio en el Metro, viajando a la villa para visitar los hospitales en donde hay enfermos de sida.

Es una persona que ha guiado a muchos homosexuales que se le han acercado con sus preocupaciones, con sus dificultades como católicos ante la realidad de la homosexualidad y de la situación de la que la Iglesia considera tema tabú.

Sé que es una persona que tiene clara la opción por los más débiles y los más vulnerables.

¿Cómo nació su amistad con el cardenal Bergoglio?

Fue en el año 2007. Yo fui elegida vicejefa de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Y como él es primo de una señora que yo conozco, entonces le dije a esta señora que por favor me lo llamara y le dijera que yo lo quería conocer. Quería acercarme a él y quería un guía a partir de la nueva responsabilidad pública que tenía como vicejefa de la ciudad de Buenos Aires.

Entonces ella me hizo el contacto y a partir de ahí empecé a visitarlo, y en muchas ocasiones hemos conversado.

¿Podría usted confirmar que su amigo Bergoglio, en 2005, estuvo a punto de ser elegido Papa?

No, yo nunca le pregunté ni hablé con él del Cónclave de ese año, porque es una cosa que no se puede. Yo me acuerdo de haberle hecho un chiste cuando volvió de Roma. Le dije: “Parece ser que casi fuimos elegidos, pero al final no”, algo así y él se quedó callado. Digamos que esas cosas ellos no las cuentan, así que yo no le puedo confirmar.

Usted se ha referido durante esta conversación a él como Jorge, ¿le dice señor cardenal, cómo se dirige a él?

Jorge, Jorge.

¿Y ahora le va a seguir diciendo Jorge?

Sí, supongo que le seguiré diciendo Jorge… es mi amigo. 


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