En 1979 se supo que en Zihuatanejo, Guerrero, frente a la bahía de la playa La Ropa, Arturo El Negro Durazo Moreno, entonces jefe de la policía de Ciudad de México, construía una caricaturesca mansión con aires del Partenón griego.
Las imágenes de decenas de policías convertidos en albañiles mostraron los excesos de Durazo y prepararon el terreno para decomisarle la propiedad. Años de litigio después, ahora le pertenece al municipio de Zihuatanejo y se ha decidido que ese monumento a la corrupción se convierta en un centro cultural.
El llamado Partenón de Durazo está afincado en una superficie de 20 mil metros cuadrados. En su momento fue valuado en 30 millones de dólares. Tenía una discoteca exclusiva que era réplica de Studio 54, el más famoso club nocturno neoyorkino de finales de los 70.
Hoy todo ha sido saqueado: los murales de dioses griegos, las esculturas, las lámparas, las puertas, las tazas de baño, las ventanas, la instalación eléctrica, los muebles…
De acuerdo con algunos testimonios de ex integrantes de seguridad que cuidaban la mansión, cuando ellos trabajaron ahí había espejos y paredes con terciopelo. “La alberca tenía tres metros de profundidad y diez de largo, rodeada por una decena de esculturas y la vista a la bahía”, cuenta uno.
“La puerta de la entrada mide 15 metros de altura; se rumoreó que la rejas se las robó el señor del Castillo de Chapultepec”. Otro dice: “En los caminos había réplicas de la Venus de Milo, de la Minerva, de Marte y otros que ya están quebrados”.
La disputa legal por el llamado Partenón de Durazo arrancó en 1984, cinco años después de que el gobierno de Guerrero expropió el inmueble. El caso escaló hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En 2011, el gobierno estatal obtuvo la propiedad. Ahora le ha quedado en comodato al municipio de Zihuatanejo. Jorge Sánchez, el alcalde, y el cabildo no solo lo vieron como un atractivo turístico, sino como la oportunidad de crear un centro para la cultura y las artes.
“Ya se está construyendo el nuevo módulo donde estarán los baños”, informó Sánchez la semana pasada. “También se está desmantelando y retirando lo que ya no va a formar parte del edificio principal. Estamos rellenando la alberca porque ahora será una gran explanada con gradas para mil personas”.
Desde el acceso principal al Partenón se observa el rellenado de la alberca y las modificaciones en las áreas donde el Negro Durazo se reunía con políticos, actores y periodistas de la época para beber y drogarse días enteros.
Amigo desde la infancia del ex presidente José López Portillo, Durazo fue arrestado en 1984 en Puerto Rico y extraditado a México. Murió en 2000, once años antes de que el gobierno de Guerrero ganara el litigio por el inmueble.