Ante miles de personas en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México y millones de espectadores en todo el país, el entonces candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, se paró de frente e hizo una promesa: “No les voy a fallar”.
Así inició el proceso de la llamada Cuarta Transformación y, a tres años del triunfo electoral, el ahora Presidente de la República aprovecha la fecha para dar un informe sobre los avances en su gobierno. Sin embargo, todo comenzó en las urnas el 1 de julio de 2018, y ahora te proponemos un viaje al pasado para recordar aquél día.
AMLO votó… y no por él
Las casillas electorales abrieron en todo el país a partir de las 08:00 horas; sin embargo, López Obrador quizo llegar temprano y media hora antes ya se encontraba en la fila para emitir su sufragio.
El aspirante presidencial llegó a Insurgentes Sur 2416, en Copilco El Bajo, y señaló que voto sería para Rosario Ibarra de Piedra, quien fuera candidata presidencial en 1988, y cuya hija ahora forma parte del gobierno actual, como directora de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
“Voy a votar por Rosario Ibarra de Piedra que es una luchadora social, una mujer extraordinaria que encabezó un movimiento para que apareciera su hijo (…), quiero reconocer todo lo que ha hecho por la defensa de los derechos humanos”, dijo al llegar a la casilla.
Crónica de unas elecciones ganadas
Candidatos presidenciales, a gobernadores, alcaldes, ex presidentes y demás figuras de la política presumieron dedos tintados a través de las redes sociales para hacer un llamado al voto. Mientras, desde el Hotel Hilton de la capital, el abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia esperó el término de la jornada.
Más tarde, tras ir a comer, tanto López Obrador como su posible gabinete de trabajo iniciaron su llegada a la casa de campaña de Morena, ubicada en la colonia Roma, para seguir el avance del proceso electoral y esperar los resultados. El candidato llegó con una bandera de México en mano.
Para las 18:00 horas, las casillas comenzaron a cerrar en todo el país y dos horas más tarde activó el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) e inició el proceso de conteo rápido de los votos.
Oposición le desea suerte a AMLO “por el bien de México”
Uno a uno, el resto de los candidatos presidenciales comenzó a reconocer que las tendencias no los favorecían y, de manera casi coordinada, comenzaron a felicitar al candidato morenista, deseándole éxito en su próximo gobierno “por el bien de México”.
Tras la revelación de los primeros resultados, no pasó mucho tiempo antes de que decenas de seguidores de López Obrador comenzaran a llegar a la Plaza de la Constitución para esperar el mensaje que enviaría a la nación el virtual ganador, a quien el Instituto Nacional Electoral (INE) le adjudicaba una estimación de entre el 53 y 53.8 por ciento de los votos.
“Este es un día histórico y será una noche memorable, una mayoría importante de ciudadanos ha decidido iniciar la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Agradezco a todos los que votaron por nosotros y nos han dado su confianza para encabezar este proceso de cambio verdadero.
“El nuevo proyecto de nación buscará establecer una auténtica democracia. No apostamos a construir una dictadura abierta ni encubierta. Los cambios serán profundos pero serán con apego al ordenamiento legal establecido, habrá libertad empresarial, de expresión, de asociación y de creencias”, dijo en su mensaje desde el hotel Hilton, sólo para después iniciar por avenida Juárez, rumbo al Zócalo.
Fiesta para madrugar
A la media noche, de la mando de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, el virtual ganador de la elección presidencial subió a la tarima frente a miles de personas en la plancha del Zócalo para hablar su nuevo proyecto de nación y citando a Vicente Guerrero, sostuvo que “La Patria es primero”.
“Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal establecido. (…) Sea quien sea, será castigado. Incluyo a compañeros de lucha, a funcionarios, a los amigos y a los familiares”, resaltó.
Los seguidores del ahora Presidente se concentraron a celebrar sin reparar, por un segundo, el derecho al espacio personal. Con muñecos, máscaras, gorras, banderas, carteles y cuanta parafernalia fuera necesaria celebraron para demostrar su apoyo al candidato de Juntos Haremos Historia.
La música no hizo falta, pues hasta mariachis le llevaron. Lágrimas, aplausos, bailes y gritos de “sí se pudo” hacían retumbar el corazón de la capital mexicana. Adultos mayores, niños y jóvenes de todas las edades cloraban al unísono, “es un honor estar con Obrador”.
“No traicionaré la confianza que han depositado en mí. Voy a gobernar con rectitud y justicia. No les fallaré porque mantengo ideales y principios, que es lo que estimo más importante en mi vida. Deseo con toda mi alma poner en alto la grandeza de nuestra patria, ayudar a construir una sociedad mejor y conseguir la dicha y la felicidad de todos los mexicanos”, pronunció, sólo para obtener como respuesta una serie de aplausos aturdidora.
Los festejos continuaron en un mar de confeti, y con un puño en alto, el mandatario pronunció sus tres principios que hasta hoy ha retomado un incontable número de veces: “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”. La audiencia despidió a López Obrador entre gritos de “¡Viva México!”, quien cruzado de brazos hizo una reverencia para agradecer a la población y salió del escenario.
LP