El INE está en busca de 355 mil 690 tamaulipecos para formar el ejército electoral que el domingo 6 de junio habrá de cuidar las casillas. La tarea se vuelve titánica en medio de la pandemia de covid-19 por el temor de la ciudadanía a un contagio y a esto se suma lo complicado de hallar lugares que garanticen la sana distancia en las mesas receptoras de votos.
La presidenta del organismo en Tamaulipas, Olga Alicia Castro Ramírez, hizo un llamado a la población para que no le cierre la puerta a los capacitadores asistentes electorales (Caes) que visitarán a las personas que resultaron insaculadas y que representan un 13% de la lista nominal.
“Es una labor que jamás ha sido sencilla, pero ahora menos que nunca, así que muy encarecidamente pedimos a los tamaulipecos que reciban a los Caes en sus hogares, ellos estarán visitándolos del 11 de febrero al 31 de marzo e irán plenamente identificados para esa labor titánica”.
El Instituto Nacional Electoral prevé instalar 4 mil 759 casillas, para las que necesitará 42 mil 831 encargados. Sin embargo, tiene que contar con una reserva que, en tiempos de pandemia adquiere mayor relevancia, ante la posibilidad de que algunos de los ciudadanos que hayan aceptado la responsabilidad puedan enfermar o fallecer.
“En realidad se visitan muchos más que esos 42 mil 831, serán 355 mil 690 los domicilios que vamos a estar visitando en Tamaulipas de las personas sorteadas para que participen como funcionarios de casilla”, explicó la árbitra electoral.
El pasado sábado 6 de febrero, se efectuó el primer sorteo para elegir a quienes serán invitados a participar como funcionarios de mesas directivas de casilla, y que esta vez serán los nacidos en los meses de agosto y septiembre. En abril se realizará una segunda insaculación.
La búsqueda comenzó el jueves 11; si la persona tiene covid-19 u otro problema de salud no podrá participar, además están impedidos legalmente si el sorteado es candidato o dirigente de un partido político y así sucesivamente se irán descartando.
Si una persona tiene coronavirus pero muestra interés de participar, el Cae le ofrecerá la opción de regresar en dos o tres semanas, una vez que se haya recuperado, refirió la titular del INE en el estado.
“Es una labor muy intensa la que hacen los capacitadores al visitar diariamente los domicilios de las personas sorteadas, encontrarlas, convencerlas de participar y ver cuándo y a qué hora pueden recibir su capacitación”.
Como parte del protocolo sanitario, los capacitadores tienen la instrucción de no quitarse en ningún momento la careta y el cubrebocas cuando llegan a las viviendas, pues se trata no solo de que se protejan ellos sino también las personas con las que habrán de interactuar.
“Estamos en una situación muy extraordinaria con la pandemia y por eso mismo queremos hacer un doble esfuerzo al pedirle a la ciudadanía que acepte también ser parte de las reservas y contar así con el mayor número de personas disponible”.
Olga Alicia Castro subraya que la población debe tener la confianza de que se cuidará en todo momento su salud. Para ello, el INE dotará a los funcionarios de casilla de caretas, cubrebocas, gel antibacterial, toallitas y líquidos desinfectantes. “Pueden estar tranquilos, estará totalmente sanitizado el espacio”, insistió.
TENDRÁN 750 CUBREBOCAS EN CADA CASILLA
Cada casilla tendrá 750 cubrebocas, una por cada elector de su lista nominal, con el propósito de que nadie vote sin este insumo, apuntó Castro Ramírez.
“No se negará el derecho al voto, pero a quienes no lleven cubrebocas les daremos uno para que se lo pongan al momento de votar, así se protege tanto él como los funcionarios de casilla, todo eso lo tenemos previsto”.
CIERRE DE ESCUELAS TAMBIÉN VIENE A COMPLICAR
La crisis sanitaria también complica el definir los lugares para instalar las casillas electorales, proceso en el que se avanza más lentamente que otros años porque ahora deben ser sitios amplios que garanticen la sana distancia.
“Debemos acudir a verificar físicamente el lugar y al no estar abiertas las escuelas tenemos que hacer cita con los directores para programar una fecha y revisar en qué condiciones se encuentran los inmuebles y qué hace falta, además de que los servicios estén funcionando adecuadamente”.
Esto se ha vuelto muy complejo, dijo, porque también se enfrentan al deterioro que presentan los planteles después de casi un año cerrados. Se cuenta, sin embargo, con apoyo de la SET para habilitarlos y reinstalar servicios en caso necesario, afirmó.
También se han tenido que descartar domicilios que fungieron antes de la pandemia como sitios para instalar casillas, pero que ahora no garantizan la sana distancia y deben ser reemplazados.
“La contingencia nos obliga a tener espacios más amplios y ventilados, ahora en lugar de un tablón o una mesa para los funcionarios de casilla vamos a colocar dos, para que puedan estar más separados. Es más complicado ubicar sitios funcionales para ese propósito, por eso incluiremos también como una nueva medida el uso de espacios públicos equipados con carpas”, finalizó la entrevistada.
SJHN