Las elecciones del próximo 6 de junio son las más grandes en la historia del país por el número de cargos que están en disputa y, al mismo tiempo, definirán la dinámica de interacción entre los poderes ejecutivo y legislativo, tanto a nivel federal como a nivel estatal.
De acuerdo con el análisis “Presidencialismo y mayoría parlamentaria”, realizado por Miluska Orbegoso, académica del Departamento de Derecho de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), en una democracia es importante un balance entre los poderes a fin de que un poder no interfiera en las funciones del otro y, especialmente, puedan limitarse entre sí con la finalidad de que haya respeto y armonía entre los mismos y así no existan abusos de poder.
“México se encuentran en un proceso electoral mayor; están por definirse los curules que se ocuparán tanto en la Cámara de Diputados, en los Congresos Estatales, así como en muchas gobernaturas del país. Es decir, nos encontramos en un periodo de suma importancia en el cual, por los siguientes años, tres para diputados estatales y federales; y seis para gobernadores, se definirá cual será la dinámica de interacción entre Ejecutivo y Legislativo, tanto a nivel estatal como federal”, expresó.
Señalo que el hecho de que el ejecutivo federal o estatal coincida con la mayoría del parlamento facilita las reformas constitucionales, esto es, que cuando se parta de una iniciativa del ejecutivo para reformar la Constitución, la norma de mayor rango en el orden jurídico interno y en la cual se encuentran consagrados nuestros derechos fundamentales, difícilmente encontrará cuestionamiento o freno en el Legislativo.
Reconoció que, si la misma fuerza política encabeza el poder ejecutivo de un país o de un estado, así como el poder legislativo, se corren diferentes riesgos, ante lo cual, la ciudadanía debe analizar su voto sobre el futuro que desea para el país.
La académica del Departamento de Derecho de la Udlap señaló que cuando una misma corriente domina el poder ejecutivo y el poder legislativo, el riesgo se presenta cuando se responsa a intereses particulares y no al de toda la sociedad.
“Nos preguntamos: ¿acaso ello es en sí mismo malo o no deseado? Al respecto creemos que sólo lo será en tanto el partido político responda a intereses internos y no del titular del poder, el pueblo. Riesgo que aceptamos como electores, en el momento que, a través del voto, otorgamos poder a un solo partido político, lo cual esperamos sirva de pequeña reflexión para las venideras elecciones”, expresó.
mpl