No se probó que el superdelegado del gobierno federal, José Ramón Gómez Leal haya incurrido en promoción personalizada con recursos públicos, señaló el consejero electoral del Ietam, Oscar Becerra Trejo.
Precisó que ese fue el motivo por el que el Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) desechó la queja del PRD, cuyo representante, Jorge Sosa, argumentó que el funcionario federal acudió a un evento presidencial en donde se repartieron gorras y chalecos con las iniciales del JR.
Explicó el consejero que el denunciante aportó como prueba una nota de un medio digital, con la que no se acredita la infracción de promoción personalizada pues no se advierte una sobreexposición y tampoco elementos narrativos con contenido proselitista.
Y es que no se hace referencia a un proceso de selección de candidatos o a una aspiración política de su parte, ni se alude a algún logro del gobierno, adjudicado al denunciado, exaltando su imagen.
“Si bien se advierte la referencia del nombre, dicha circunstancia por sí misma no genera una promoción personalizada a favor de este y no hay un mensaje para posicionarse”, dijo.
“Las iniciales de José Ramón por supuesto que sí lo promocionan, es bien sabido por el órgano electoral que este servidor público ha sido candidato para ocupar un cargo público en Reynosa, por eso sorprende el proyecto de resolución”, expuso el representante de Acción Nacional, Samuel Cervantes.
Apuntó que de acuerdo con el criterio de tribunales electorales, con el simple hecho de ser servidor público, ya se está utilizando recurso público en promoción personal, por lo que consideró parcial la resolución.
“Sabemos que es uno de los que quieren ser, no nada más en Reynosa sino en la gubernatura… creo que por lo menos una amonestación privada, él quiere que se le tome en cuenta para el 2021 ó para el 2022, se debió ser más rígido”, refirió por su parte Sosa Pohl.
Destacó que a todos los funcionarios en campaña se les deben aplicar sanciones fuertes y no caer en los llamados a misa.
El Ietam hizo ver que las imágenes en la inauguración de un complejo deportivo no son indicio de que el evento haya sido de carácter proselitista.