La primera vez que Claudia Sheinbaum Pardo arengó a los suyos para alcanzar una meta histórica de votación fue hace ocho meses.
“Vamos a llegar a 35 millones de votos en el 2024, ¿se puede o no se puede?”, exclamó en Tampico ante la militancia de Morena en Tamaulipas.
-¡Claro que se puede!, respondió el centenar de dirigentes y coordinadores territoriales morenistas aquel 29 de septiembre de 2023 reunidos en el Hotel Posada.
“Es una tarea histórica pero aquí nadie se raja, no me rajo yo pero tampoco ustedes, ¿cierto o no?”, alentó Sheinbaum Pardo durante una reunión interna de organización partidista.
Tres semanas antes, Claudia Sheinbaum había ganado la contienda interna de Morena para la candidatura presidencial y por aquellos días era coordinadora nacional de los Comités en Defensa de la cuarta transformación.
Su equipo más cercano, las dirigencias de Morena, PT y Verde y ella misma ya habían hecho las sumas y restas electorales, así como los cálculos políticos respectivos para fijar una meta de votación que le dieran no solo la Presidencia de la República sino la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.
"Este nuevo proceso se trata de ganar todavía con una mayoría más grande de la que ganamos en el 2018”, planteó Claudia Sheinbaum refiriéndose a los más de 30 millones de votos que obtuvo en aquel proceso electoral Andrés Manuel López Obrador.
En aquella reunión, Claudia Sheinbaum también empezó en Tamaulipas a fijar metas de votación por cada entidad:
“Si aquí el presidente (AMLO) tuvo casi 800 mil votos (en 2018), pues vamos por el millón de votos en el 2024”.
La Claudia de ese encuentro partidista privado era una diferente a la de los mítines en plazas públicas. La Claudia de esa tarde tamaulipeca era una verdadera dirigente de un movimiento, una política y estratega de una contienda electoral.
“Cada uno, cada una, tiene una tarea, ¿ya saben cuál es? Hacer Comités de Defensa de la Transformación, nuevamente ir por los convencidos, por los promovidos”, lanzó.
Esa Claudia terminaba por convencer a una militancia inquieta por la selección de candidaturas por el total conocimiento con que hablaba del mapa electoral y de la actualidad política en Tamaulipas.
Enfatizó para arrancar una carretada de aplausos de los presentes:
"¿Qué nos puede dividir? La selección de candidaturas, la verdad, eso puede llegar a generar una división interna, decir: 'no, a mí me toca la presidencia municipal; le toca a éste, no le toca a ella; a mí me toca la diputación porque vengo caminando desde hace 45 años y él acaba de llegar; ella acaba de llegar. ¡Cómo, si somos fundadores! Por eso tenemos un instrumento maravilloso que es la encuesta y, en la encuesta, ¿quién decide? El pueblo (…) Así que ahora que vienen las encuestas, si nos va bien, nos va bien pero si nos va mal siempre hay tareas, somos un equipo de trabajo”.
Aseveró y volvieron los gritos y aplausos:
"Es tiempo de unidad pero, a veces, pues naturalmente hay aspiraciones legítimas, porque son legítimas, compañeros y compañeras, es legítimo querer ser diputado, ser senador y querer representar al movimiento pero no pongamos ese interés legítimo personal por encima del interés del movimiento”.
Aquella Claudia se puso como ejemplo para pedir la unidad en el partido y garantizar piso parejo para todas y cada una de las candidaturas. Subrayó:
"Aquí algunos apoyaron a Adán (Augusto López); algunos apoyaron a Marcelo Ebrard; algunos apoyaron a Gerardo (Fernández Noroña); algunos apoyaron a Manuel (Velasco); algunos apoyaron a Ricardo Monreal, pues sí, pero ya se acabó la encuesta y la generosidad tiene que ver con que todos somos un equipos de trabajo y aquí además no se va a beneficiar a nadie, ¿eh? Eso ténganlo por seguro, no porque apoyaron a Claudia ahora tienen primer lugar en la encuesta, ¡nooo! Todos nos tenemos que ganar nuestro lugar”.
La Claudia de esa tarde en Tampico habló con tanta seguridad que terminó por dejar a todos contentos y dejar listos a los suyos para la batalla electoral que se avecinaba.
“Se trata de seguir luchando porque aquí uno no puede cansarse de luchar, se lucha desde antes, desde que fui joven en el movimiento estudiantil y en el espacio de gobierno se sigue luchando, uno no puede cansarse de luchar porque hay un pueblo que nos lo demanda, hay un pueblo al que pertenecemos y nunca podemos traicionar ese pueblo".
Las arengas de esa tarde en Tampico se replicaron con las estructuras partidistas, principalmente de Morena, pero también del PT y del Verde en todas las entidades en diversas reuniones de organización, las cuales funcionaron: Claudia Sheinbaum obtuvo más de 35 millones 923 mil votos.
EDD