Campeones en derrotas: Creel y Beatriz empatan con Cuauhtémoc Cárdenas

Con sus respectivas declinaciones, el panista y la priista empatan al ingeniero en intentos fallidos por hacerse de puestos políticos. Aun así, el rey en derrotas sigue siendo Muñoz Ledo.

Ellos son los campeones en derrotas electorales. (Especial)
Esteban David Rodríguez
Ciudad de México /

Unos reconocen la derrota y le alzan la mano al oponente. Otros guardan silencio y desaparecen para siempre del ámbito público. También están los que se dan la vuelta y se marchan con los puños y las mandíbulas apretadas, mirando de sesgo al triunfador.

Pero hay una clase de perdedores que no se resignan a la derrota y regresan a competir en repetidas ocasiones, unas veces con fortuna y otras con un empecinamiento más parecido a la obsesión.

Ya en los años noventa, los ciudadanos acuñaron el término “perderé” para referirse a los heróicos luchadores de izquierda que intentaban e intentaban ganar elecciones bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD)

De ahí salieron Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, quienes ya forman parte de la historia política por abrir brecha en las disputas democráticas.

De aquellos que han perdido o declinado en procesos de selección interna y elecciones constitucionales, Cuauhtémoc Cárdenas, Santiago Creel, Beatriz Paredes, Porfirio Muñoz Ledo y Gabriel Salgado Aguilar tienen los primeros lugares en la tabla de récords.

El proceso sucesorio actual podría modificar ese infausto medallero, pues a las declinaciones y derrotas consumadas, se podrían sumar otras. Aunque acaba de ser ungida como la presidenciable opositora, también Xóchitl Gálvez cuenta con dos derrotas en sus expedientes.

A nivel estatal, 14 personajes han sido candidatos a gobernadores de sus entidades en más de una ocasión, postulados ya sea por un mismo partido o por varios. Siete de estas personas fueron candidatas en tres procesos electorales, otras siete lo fueron en dos ocasiones.

La tasa de éxito al competir de nuevo por una silla de gobernador es mínima, incluso temeraria: 21 por ciento. Sólo tres personajes han conseguido la victoria al final, pero hasta el tercer intento. 11 de ellos sólo acumularon derrotas.

En tres elecciones fueron candidatos a gobernador Rubén Rocha Moya (Sinaloa), Miguel Ángel Navarro Quintero (Nayarit), David Monreal Ávila (Zacatecas), Gabriel Salgado Aguilar (Colima), César Raúl Ojeda Zubieta (Tabasco), Francisco Xavier Berganza Escorza (Hidalgo) y Félix Salgado Macedonio (Guerrero), aunque este último sólo fue candidato por 20 días.

En dos elecciones fueron candidatos Cristóbal Arias Solís (Michoacán), Alejandro Encinas Rodríguez y Luis Felipe Bravo Mena (Estado de México), Leoncio Morán Sánchez (Colima), Gustavo Cárdenas Gutiérrez (Tamaulipas), Rodolfo Elizondo Torres (Durango), y Fernando Ortiz Arana (Querétaro).

De entre todos ellos se yergue la leyenda de Gabriel Salgado Aguilar, quien buscó cuatro veces ser candidato a gobernador de Colima, pero sólo consiguió tres nominaciones: en la cuarta lo rechazaron como candidato independiente.

Internas y constitucionales

A nivel de contienda presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas tiene el récord en derrotas, con cuatro episodios: en 1987 perdió la nominación interna del PRI, y después tres elecciones constitucionales bajo el Frente Democrático Nacional (FDN) y el PRD: 1988, 1994 y 2000.

En el mismo rango está Santiago Creel, quien sucumbió ya en tres procesos internos: en 2005 y en 2011, durante las primarias del PAN para la nominación presidencial, y la más reciente, este 2023, dentro del Frente Amplio por México, aunque por declinación. Adicionalmente, a nivel local, perdió una elección constitucional al contender por el gobierno del Distrito Federal en 2000.

Beatriz Paredes acaba de entrar al medallero con su declinación por Xóchitl Gálvez, aunque buscó instalar la noción de que la suya no fue una capitulación, sino el reconocimiento de que la tendencia no le favorecía. 

La experimentada legisladora priísta acumula además tres derrotas a nivel local e intrapartidista: cuando buscó la presidencia del PRI en 2002 y la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2006 y 2012.

Por encima de los anteriores está Porfirio Muñoz Ledo, que perdió dos procesos de selección internos: en el PRI en 1976 y en el PRD en 1999. En 1991 sucumbió en su intento por convertirse en gobernador de Guanajuato. Y, postulado por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), la constitucional de 2000, aunque también en este caso fue por declinación. Además buscó ser candidato del PRD a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal en 1997, pero se la ganó Cárdenas. Y apenas en 2019, buscó sin éxito la presidencia de Morena.

Ahí cerca está Andrés Manuel López Obrador, quien contendió tres veces en elecciones presidenciales: perdió dos, abanderando al PRD, en 2006 y 2012. En 1994 no logró hacerse de la gubernatura de Tabasco. Y finalmente ganó “la grande” con Morena en 2018.

La siguiente posición es para el ex regente capitalino Manuel Camacho Solís, quien perdió la interna priísta de 1993 para la nominación presidencial, y la constitucional de 2000, por el Partido de Centro Democrático (PCD).

Su pupilo, Marcelo Ebrard, tiene la posición subsecuente. Sucumbió ante López Obrador en el proceso interno de nominación presidencial del PRD en 2012. El ex canciller también declinó a favor de López Obrador en 2000, cuando el tabasqueño ganó la jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal. Ahora está por verse si logra remontar las encuestas que indicarán el nombre del aspirante presidencial de Morena.

Situación especial es la de la panista Josefina Vázquez Mota, que si bien solo buscó una vez la Presidencia en 2012, después se presentó a la elección para la gubernatura del Estado de México, en 2017. Perdió en ambas elecciones constitucionales.

Ricardo Monreal podría sumarse al grupo, pues aunque ha completado la campaña en el proceso interno de Morena para definir candidato presidencial, él ya ha dicho que su interés está en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Es una especie de declinación, con la cual acumularía dos procesos fallidos: la nominación al gobierno capitalino en 2018 y el proceso interno actual.


EHR

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