Como balde de agua fría cayó en los Xochilovers la noticia de que el 'voto oculto' que vaticinaron durante toda la campaña electoral sí existió, pero terminó beneficiando a Claudia Sheinbaum y a los candidatos del obradorismo, que obtuvieron ventajas más holgadas de lo que muchas encuestas habían anticipado, especialmente en el sureste del país.
Frente a la ola de estudios de opinión que pronosticaban el triunfo de la 4T, Xóchitl Gálvez y sus seguidores se convencieron a sí mismos de que las urnas desmentirían a las encuestas, debido a que un segmento importante del electorado había decidido mantener en secreto su preferencia electoral por desconfianza hacia estos ejercicios o temor a perder los apoyos sociales.
Repitieron hasta el cansancio el mantra de que México se llevaría tremenda sorpresa la noche del domingo 2 de junio, ya que ese voto oculto estaba con ellos y en el último minuto del juego le daría la vuelta al marcador.
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Al final, sí hubo una sorpresa, pero se la llevaron los pregoneros del voto oculto al constatar que tal fenómeno sí existió para jugar en su contra.
MILENIO comparó los cómputos distritales, es decir, los conteos finales de la elección (antes de impugnaciones), con los resultados de 180 encuestas difundidas entre el primero y el 29 de mayo sobre la intención de voto a la Presidencia de México y las nueve gubernaturas en juego.
Ahí se encontró que, 140 acertaron en identificar a los ganadores de sus respectivas elecciones, aunque sólo 80 lo hicieron dentro de un margen aceptable de +/- 5 puntos porcentuales.
Entre las encuestas que no fueron tan precisas –60 de esos estudios– o que de plano erraron al dar por ganador a alguien que al final perdió –como fue el caso de 40 sondeos–, la mayoría subestimó la votación de los candidatos de la alianza entre Morena, PT y el Partido Verde.
En lo que concierne en específico a la elección presidencial, la mitad de los 33 estudios analizados pronosticó el triunfo de Sheinbaum Pardo con un alto grado de precisión (dentro de un margen de error de +/-5%), pero el tino de la otra mitad no fue tan preciso al subestimar las preferencias hacia la morenista o incluso predecir una victoria de Gálvez Ruiz.
A fin de cuentas, el 52% de las encuestas tuvieron un alto grado de precisión, quedando dentro de un margen de error de +/-5 por ciento, el 42% atinaron a la triunfadora con una variación superior a los 5 puntos y el 6% erraron al pronosticar la inexistente victoria de Xóchitl Gálvez.
¿Cuáles fueron las estadísticas más y menos precisas?
La encuesta que más se acercó al resultado de la elección fue la de Electoralia, que anticipó que la científica ganaría con 59.3% de los votos (al final obtuvo 59.8%).
También midieron con precisión Arias Consultores (basada en encuesta telefónica), Covarrubias y Asociados, Mendoza Blanco, Cripeso, FactoMétrica, MetricsMx, Indemerc, Berumen, Mitofsky, Votia, GobernArte, Enkoll, De las Heras Demotecnia, TR Research, Poligrama y Reforma.
Luego están las encuestas que pronosticaron el triunfo de la morenista, pero fuera del margen de error de +/-5 por ciento.
En este grupo están Demoscopia Digital, Varela y Asociados, Buendía & Márquez, Rubrum, Simo, C&E Research, El Financiero, GEA-ISA, Áltica, Parametría, La Encuesta Mx, Arias Consultores (encuesta digital) y México Elige, que subestimaron la votación de la candidata del obradorismo por entre cinco y 13 puntos porcentuales.
Gii360 fue la única encuestadora que dio a la virtual presidenta electa una mayor intención de voto a la que se reflejó en las urnas, en tanto, Massive Caller y AAGA Marketing exhibieron un escenario en el que Xóchitl Gálvez sería la próxima inquilina de Palacio Nacional.
El análisis toma en cuenta el último ejercicio que cada firma difundió en mayo, el mes previo al día de la elección. Sus resultados medidos en preferencias efectivas, es decir, la intención de voto a cada candidato una vez quitando de la medición a los indecisos, se compararon con los que arrojaron los cómputos distritales.
El comparativo clasifica a las encuestas en tres grupos: las que acertaron al ganador por menos de cinco puntos porcentuales (el 52%), las que lo hicieron por más de cinco puntos (el 42%) y las que erraron en identificar al vencedor (el 6%).
Algunas empresas sólo mostraban las preferencias brutas en sus estudios. En tales casos se hizo la conversión a preferencias efectivas para homologar los resultados de todas las encuestas.
Obradoristas resaltan en el sureste
Chiapas y Tabasco
En lo que respecta a las elecciones para gobernador, fue aún más claro que el voto oculto de las encuestas favoreció a los candidatos obradoristas, especialmente en estados como Chiapas y Tabasco, donde la realidad superó incluso los cálculos más optimistas para la 4T.
En ambas entidades, todos los estudios analizados acertaron a los ganadores, Eduardo Ramírez, en Chiapas; y Javier May, en Tabasco, aunque subestimaron por mucho su votación final.
En Chiapas, el abanderado morenista se quedó con 79.3% de los votos, mientras que las 13 encuestas analizadas le daban entre 43.8 y 71.8% de las preferencias efectivas.
Y en Tabasco, de 13 estudios, sólo el de MetricsMx acertó al resultado de la elección al dar a May Rodríguez 80.1% de la intención de voto (al final obtuvo 80.5%). El resto minimizó el triunfo del morenista entre seis y 30 puntos porcentuales.
Yucatán
Si la elección presidencial fue una sorpresa para la oposición, lo que pasó en Yucatán sacudió a los expertos. En esa entidad, considerada un bastión del PAN; 11 de 19 encuestas preveían el triunfo del panista Renán Barrera, y al final ganó el morenista Joaquín Díaz con 51.5% de los votos, más de nueve puntos arriba de Barrera.
GobernArte fue la casa encuestadora más acertada en la elección yucateca, al anticipar la victoria del Huacho Díaz con 51.3% de los votos. También fueron precisas TR Research, Mendoza Blanco, Cripeso, FactoMétrica, MetricsMx y De las Heras Demotecnia.
En cambio, erraron en el pronóstico Rubrum, México Elige, Poligrama, Electoralia, La Encuesta Mx, Áltica, Gii300, Arias Consultores, El Universal, Massive Caller y C&E Research.
Veracruz
Otro lugar donde las encuestas no midieron la fuerza real del morenismo fue Veracruz. Allí, los estudios demoscópicos hacían ver una contienda cerrada, cuando en realidad la candidata de la 4T, Rocío Nahle, terminó ganando con 58.9% de los votos, casi 27 puntos arriba de su competidor José Yunes.
De 14 encuestas, sólo cuatro midieron la fuerza real de la ex secretaria de Energía: MetricsMx, FactoMétrica, Gii300 y Rubrum, al darle entre 57.8 y 61.3 por ciento de la intención de voto. Poligrama, Arias Consultores, Cripeso y Demoscopia Digital también vaticinaron el triunfo de Nahle García, pero subestimaron su fuerza entre ocho y 12 puntos.
Las empresas reprobadas en los comicios veracruzanos fueron Electoralia, C&E Research, Massive Caller, GobernArte, La Encuesta Mx y México Elige, que dieron por ganador al candidato de la oposición.
Encuestas más acertadas en CdMx
Ciudad de México
La percepción de una elección competida en la capital del país, que cada vez se iba “derechizando” más, tampoco tuvo cabida en la realidad y en lo que reflejó la mayoría de los ejercicios demoscópicos. Al final, la morenista Clara Brugada sacó 51.9% de los votos, 13 puntos más de los que sumó el panista Santiago Taboada.
Antes de la jornada electoral, 23 casas encuestadoras habían publicado sus pronósticos de la elección, de las que 16 dieron en el blanco al ganador y a su porcentaje de votación. Las más acertadas –por menos de un punto de diferencia– fueron Varela y Asociados, Enkoll, Covarrubias y Asociados, Electoralia, Cripeso, MetricsMx, TR Research, Mitofsky, Reforma y El Financiero.
En cambio, C&E Research, México Elige, La Encuesta Mx y Massive Caller auguraron la victoria de Taboada.
Morelos
En Morelos, donde también se preveía un resultado cerrado y en algunos casos favorable para la oposición, la morenista Margarita González terminó con 48.4% de los sufragios, 17 puntos más que los obtenidos por la opositora Lucía Meza.
Las encuestas más atinadas –de 17 que se evaluaron– fueron TR Research, C&E Research, GobernArte y Poligrama. Y las que erraron por completo: Demoscopia Digital, La Encuesta Mx, México Elige, Massive Caller y Arias Consultores.
En Puebla, 10 de 15 encuestas acertaron en el triunfo del morenista Alejandro Armenta y casi dieron en el blanco en su porcentaje de votación. Las más exactas: Mitofsky, Rubrum y GobernArte. Massive Caller y México Elige de nueva cuenta fallaron en su pronóstico.
En Guanajuato, el único estado que ganó el PAN, 14 de 15 estudios anticipaban la victoria de Libia García y sólo el de Arias Consultores previó que ganaría la morenista Alma Alcaraz.
Y en Jalisco, que refrendó Movimiento Ciudadano, nueve de 18 encuestas pronosticaron que Pablo Lemus será el próximo gobernador, aunque sólo cinco atinaron en la intención de voto. La otra mitad de los estudios previó equivocadamente un triunfo de la morenista Claudia Delgadillo.
RM