Un grupo de 137 personas que se inscribieron para ser supervisores y Capacitadores Asistentes Electorales, es decir, ir casa por casa para convencer a la ciudadanía de ser funcionarias de casilla, recibir y contar los votos el día de la elección, ocultaron que en realidad, forman parte de algún partido político.
La Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral concluyó la investigación de 27 expedientes que implicaban a casi 300 personas que aparecieron como militantes de alguno de los siete partidos políticos nacionales.
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Finalmente, se acreditó que 137 sí estaban registradas por voluntad propia y los propios partidos tuvieron que exhibir las cédulas originales de afiliación o en su caso las electrónicas, todas con la firma autógrafa de consentimiento de las personas implicadas, fotografía y copia de sus credenciales de elector.
Por lo que la Comisión aprobó dar de baja estos contratos, pues la base de este personal es que sea totalmente ciudadano sin implicaciones partidistas, para garantizar la certeza y neutralidad en la organización del proceso electoral.
Aunque ningún partido quedó exento de este tipo de prácticas, MILENIO confirmó que de este global, los militantes priistas fueron los que más intentaron infiltrarse en la organización de la elección ocultando su militancia pero también, fueron los que más fracasaron.
En total, estuvieron implicados 114 priistas pero sólo 23 habían sido contratados y serán dados de baja, pues el resto ni siquiera logró pasar las pruebas iniciales para obtener el trabajo de recorrer el país buscando al funcionariado de casilla.
Morena es el partido con más militantes implicados pues darán de baja a 52 morenistas, seguido del PRD con 31, Movimiento Ciudadano con 16, el PAN con siete, el Partido del Trabajo con cinco y el Partido Verde con tres.
La bandera de los CAES es su independencia pues además, son los encargados de capacitar a las personas que acepten ser funcionarias de casillas, para que sepan cómo recibir y contar los votos, lo que no puede tener ninguna influencia partidista, razón por la que el INE aprobó que cualquier militancia acreditada implicaría la baja inmediata de la persona que haya ocultado su afiliación a algún partido.
IOG