Son las 9:30 de la mañana de martes y en las cercanías de la primaria Arrechandieta, en Tampico, poco a poco vecinos de las colonias cercanas suben al camión que los llevará al mitin de Claudia Sheinbaum en Altamira.
“Una cosa sí le queremos decir, no somos acarreados” afirman casi al mismo tiempo Mati y Sergio, vecinos de la colonia Enrique Cárdenas González del puerto.
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“Nos dejaron en la Retama y de ahí caminamos, pero está bien, todo sea por estar acompañado a Claudia”, confirma Mati emocionada. Mientras Sergio pide le ayude con la del recuerdo al tiempo que me entrega su celular, y posan orgullosos con su bandera de Morena.
En otro extremo de la plaza, una simpatizante de la “cuatroté” enfundada en su playera de campaña, apura el paso y la pregunta obligada, ¿Ya se va? y pensando que soy de los que levantan listas responde de manera inmediata, pero sincera, “No, voy por mi nieta pero ahorita regreso”, y se pierde entre sus compañeros.
Situación similar se presenta otros morenistas quienes se distinguen con sus gorras con la letra “E” y también dan la impresión que abandonan el mitin por el retraso.
“Vamos a llenar la panza primero y en un rato regresamos, total, aún no empieza y pues según Claudia (pareciera estudiaron juntas) aun vienen en camino de Tampico”, exclama una joven.
Parecía un día con un clima favorable, pero el bochorno transforma la plaza principal de Altamira en una olla de presión. El calor es sofocante, situación que pega en el ánimo de simpatizantes, no así en vendedores ambulantes que siguen por todo el país a la abanderada.
“Nosotros la seguimos a todas partes, en un momento salimos en friega a Pánuco”, señala una señora que muestra en su rostro los estragos del sol, al tiempo que le responde a una jovencita “Calcetas a 50 y los amlitos 250, todo se vende, los llaveros más”.
En actitud defensiva y seguramente porque en sus recorridos por la república ha palpado el tema de la inseguridad, la vendedora responde a quemarropa cuando se le cuestiona el promedio de la vendimia diaria, “Cómo para qué quiere saber la venta está bien”.
A lo lejos se escucha a Olga Sosa, aspirante a senadora, quien se dice leal y orgullosa al movimiento de la transformación, si la candidata que en su pasado reciente formaba parte de las filas priistas, como otros políticos tamaulipecos que ahora enarbolan esta bandera.
Y mientras en el evento y la periferia del templete se percibe un desánimo entre los asistentes, a la distancia Mati y Sergio se despiden y él me presume orgulloso un contenedor, “el menú de hoy fue ensalada de pollo y coditos, pero acuérdese, no somos acarreados, somos morenos”. Así fue el mitin de la 4T en suelo altamirense.
Caos por falta de transporte público
El mitin de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” dejó sin transporte público a los usuarios en el sur de Tamaulipas. Desde una noche antes, se anunció en redes sociales el cierre de calles en Altamira por el evento de la candidata Claudia Sheinbaum.
Ayer por la mañana se observaron en las calles personas rumbo a sus escuelas y centros de trabajo, sin embargo, no lograron llegar a tiempo por la falta de unidades de este servicio.
Las pocas se encontraban llenas, hasta con gente en las escaleras de las puertas, cuya buena suerte los trasladó a su destino.
Al pasar por las principales avenidas, el transporte que pasaba “dejaba en visto” a los usuarios, porque se dirigían al encuentro político. “Vamos al mitin, no vamos en ruta, llevamos a personas al evento, es gratis”.
Una señora de la tercera edad caminó sobre la avenida, en una sombra se detiene y voltea para ver si venía algún microbús. “Vengo caminando, como dos kilómetros, desde la colonia, pues no hay micros”, declaró.
Un trabajador tenía más de 45 minutos esperando el transporte; había solicitado un taxi por aplicación para que le saliera más económico. A pesar de que la tarifa era de 80 pesos, el conductor le mencionó que le salía en 120 pesos porque había ‘tarifa dinámica’ y solo recibían pago en efectivo. Ante la presión de su trabajo, aceptó el viaje.
La situación se pudo normalizar poco después del mediodía, cuando el evento finalizó.
SJHN