Los integrantes de la coalición Sigamos Haciendo Historia tiene un reto más, antes de quedarse con la mayoría calificada: demostrar que las candidaturas que ‘se prestaron’ entre Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde como una estrategia para lograr el llamado ‘Plan C’, cumplen con la afiliación efectiva que les permita asumir esos espacios.
Este requisito único pondrá sobre la cuerda floja a nombres de primera línea como el petista Gerardo Fernández Noroña; a ex dirigentes de Morena que ante pleitos internos buscaron cobijo en un aliado, como Yeidckol Polevnsky; a quienes Morena buscó asegurarles un espacio como Geovanna Bañuelos por si su partido satélite no lograba suficiente votación; los que dirigen otro partido pero dicen ser morenistas como Hugo Éric Flores, del PES; las ‘cuotas’ como el dirigente del SNTE o hasta los de reciente ingreso como los ex priistas Alejandro Murat y Eruviel Ávila.
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Esta semana iniciará la cuenta regresiva para que el Instituto Nacional Electoral (INE) reparta los espacios de representación proporcional en el Poder Legislativo, que tiene como fecha establecida el 23 de agosto.
El debate sobre la sobrerrepresentación se intensificará en estos días, sobre todo, frente a acuerdos firmes del INE y las jurisprudencias del Tribunal Electoral que respaldan que el reparto se apegará a la literalidad de la Constitución de hacerlo sólo por partido y no por coalición.
El acuerdo avalado por el Consejo General del INE el 7 de diciembre y confirmado en sentencia inatacable de la Sala Superior en marzo pasado, implica una única regla a revisar: que cada candidatura plurinominal pruebe la afiliación efectiva. Es decir, que en verdad pertenecen al partido que los registró.
En abril, MILENIO publicó que Morena-PT-PVEM se prestaron una veintena de políticos para colocar a sus perfiles con más fuerza en las candidaturas por ambas vías, y así poder tener más espacios en ambas cámaras. La nueva disputa de la oposición ante el reparto de estos escaños y curules, será frenar la trampa del préstamo de nombres.
Dentro de esta estrategia, algunas candidaturas ya ganaron en las urnas e incluso, recibieron sus constancias de mayoría sin ningún tipo de cuestionamiento. Pero el reto, será en los espacios plurinominales donde los ‘premios’ y las cuotas más que los cuates, se enfrentarán con el último intento de la oposición.
El principal objetivo para las fuerzas opositoras es Gerardo Fernández Noroña, actual diputado federal del Partido del Trabajo y representante en el Consejo General del INE de la bancada de ese mismo partido.
Quien a pesar de ser una de las principales figuras del PT, la plurinominal con pase directo al Senado se la dio Morena, partido al que no pertenece, dicho públicamente por las principales figuras de ese partido como el dirigente Mario Delgado, la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum y hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador.
MILENIO cuestionó a Fernández Noroña sobre este nuevo reto cuando externó su inconformidad con Morena por el incumplimiento de acuerdos. Su respuesta fue que no teme por alguna complicación para quedarse con esta plurinominal, pues no es militante del PT y aseguró, al interior la alianza se considera un solo movimiento.
Otro caso similar es el de la senadora del Partido del Trabajo, Geovanna Bañuelos de la Torre, quien también tiene una plurinominal en Morena sin ser de esa bancada.
Hay otros casos como los ex panistas o ex priistas que negociaron incluso hasta los últimos minutos del cierre de listas, hasta obtener un espacio plurinominal como morenistas, como Javier Corral o Alejandro Murat; o el dirigente del Partido Encuentro Social, Hugo Éric Flores, quien renunció a sus aspiraciones de ser candidato presidencial independiente a cambio de este pase exprés como legislador; o el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, que nunca ha sido de Morena y ganó por el PES, e incluso, Alfonso Cepeda Salas, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Aunque en estos casos, Morena podrá alegar que son parte de las candidaturas externas que su propio convenio permite.
En el caso del Partido Verde pasa lo mismo con figuras que no les pertenecen, pero a las que la coalición negoció darles un espacios. Morenistas ‘prestados’ como Luis Alfonso Silva Romo quien actualmente es diputado local en Oaxaca por Morena; la ex panista y ahora morenista, Maki Ortiz, y el ex priista Adrián Rubalcava, quien es suplente del senador Manuel Velasco. Así como el ex gobernador priista, Eruviel Ávila, y hasta el hijo del ex consejero jurídico de la Presidencia de la República, Julio Scherer Pareyón quien nunca ha militado en el PVEM.
Mientras que en el PT, la principal figura que no ‘cuadra’ con ese partido y que es quien más riesgo corre, es la ex dirigente morenista, Yeidckol Polevnsky, a quien el partido le negó un espacio y negoció con un aliado, sin que forme parte de éste pero además, de acuerdo con el padrón de militantes vigente en el INE, está afiliada a Morena, lo que le complicará probar que puede llegar al Senado con otro partido.
Las Salas Regionales tienen hasta el 3 de agosto para resolver las impugnaciones en contra de los resultados de la votación de la Cámara de Diputados y el Senado, la Sala Superior deberá resolver antes del 23 de agosto cuando el INE deberá hacer la asignación cuidando la afiliación efectiva, acuerdo que podrá impugnarse nuevamente ante la Sala Superior para determinar, en definitiva, a más tardar el 31 de agosto, cómo quedará integrado el Congreso de la Unión.
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