“Claudia, ya eres tabasqueña”, arengó Javier May al recibir este sábado en Tabasco a Claudia Sheinbaum, donde la candidata presidencial y el candidato a la gubernatura del estado -ambos por Morena, PT y Verde- visitaron Paraíso, Comalcalco y Huimanguillo.
La referencia de adopción que hizo May Rodríguez de Sheinbaum Pardo no quedó a deber en ninguno de los tres actos proselitistas en los que también acompañaron el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y otro tabasqueño, el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Para el tercer mitin, en Huimanguillo, un collar de flores típicas de la región de la Chontalpa ya rodeaba el cuello de Claudia Sheinbaum y de Javier May, apenas ingresaron al pasillo que los llevó al templete, previos 42 minutos de tomarse fotos y saludar a la más gente que se pudiera.
En el caso de la abanderada presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia también le pusieron en el cabello una flor amarilla conocida en la región como tulipán del monte y que no se quitó en ningún momento del mitin.
Pero el recibimiento no fue lo único que llamó la atención de Sheinbaum Pardo: en primera fila, un par de mujeres y un hombre portaban cuadros con imágenes de un movimiento iniciado en Tabasco que tuvo repercusión en su vida política:
“Estoy viendo aquí a unos compañeros que tienen unas fotografías del Éxodo por la Democracia con el presidente Andrés Manuel López Obrador y es histórico este movimiento, son muchos años, décadas de lucha del pueblo de México”, destacó.
Al terminar el acto proselitista, Sheinbaum Pardo bajó del templete adaptado en la plaza Benito Juárez y vio de cerca las imágenes de un López Obrador de hace 33 años, igual caminando por la carretera con camisa amarilla que en una tortería.
Pero no solo en Huimanguillo los tabasqueños se entregaron a Claudia Sheinbaum: en Paraíso y Comalcalco, igual le pusieron una banda, no presidencial, elaborada con chaquira con la leyenda “La Primera”, que alude a una posibilidad histórica para las mujeres y para todo el país.
Los tabasqueños tampoco pudieron dejar pasar una de las pasiones del presidente López Obrador y le regalaron a Claudia Sheinbaum y a Javier May una franela, como se conoce en el argot del béisbol a la playera de los equipos, pero ésta era especial: de color guinda como no podía ser de otra manera y en el pecho la frase: “Obradoristas 4T”.
En la tierra y agua del Presidente de la República, los tabasqueños tratan a Claudia Sheinbaum como si fuera su mismo hijo pródigo Andrés Manuel López Obrador…
MO