Desde muy chica y por los valores de sus padres fue disciplinada en la escuela y el deporte. Al ser la menor de tres hermanas, Karina Labastida Sotelo comprendió que hay que tomar las oportunidades que dispone la vida y dar siempre lo mejor de sí en lo personal, académico y profesional.
Madre de dos hijos en plena adolescencia y presidente de la Comisión Especial para Combatir y Erradicar la Violencia Vinculada a Feminicidios del Estado de México en la Cámara local, compartió cómo es llevar la política y su familia; así como su gusto por los deportes y el cuidado de sus flores favoritas: las orquídeas. Su niñez la vivió en Coacalco junto a sus dos padres y hermanas.
Relata que desde muy pequeña le atrajo la natación y recuerda que en una ocasión compitieron en un concurso con nadadores más experimentados en el que ganaba aquel que acumulara más kilómetros.
A pesar del reto, no se achicaron y con cada brazada alcanzaron el primer puesto en sus respectivas categorías. El resultado: tres pavos de navidad.
Explica que la disciplina es herencia de sus padres y es que en ocasiones los entrenamientos eran muy duros a comparación de otras temporadas.
Gracias a esta pasión obtuvo su primer trabajo apenas tuvo la mayoría de edad.
“Lo que sabía hacer era nadar y mi primer empleo fue como profesora de natación durante tres años”, recuerda entre risas. Licenciada en Derecho ante su deseo por ayudar a quien más lo necesita, la legisladora reveló que cuenta con siete orquídeas, flor que le gusta por ser diferente, justo como su manera de ser.
¿Qué hace Karina Labastida?
He de decir que antes de dedicarme a la política, soy madre de dos pequeños, de Ximena y de Max. Así que hay que saber combinar muy bien esta parte de la chamba legislativa y la parte familiar, soy esposa y no se puede perder esa parte de la esencia de pareja.
Dentro de su rutina diaria hay por lo menos 20 minutos de ejercicio antes de salir de casa y una de sus competencias favoritas es el Spartan Race.
Está rudo ¿no?
Está rudo, pero lo que me gustan son ese tipo de retos, cuando logras vencer muchos miedos y dices “híjole, ¿podré hacerlo?
Ahí te desafías a ti mismo y te das cuenta que eres capaz de hacer más de lo que te imaginas. Siempre necesitas de la ayuda y a veces acabas ayudando al que ni conoces, siempre se demuestra ese compañerismo incluso con la gente que no conoces.
¿Qué estudió Karina Labastida?
Estudié la licenciatura en derecho y tengo una maestría en políticas públicas.
¿Y por qué derecho?
En la vida te suceden cosas que te sacuden y te hacen tomar decisiones. Mi papá tenía una combi del servicio público y en alguna ocasión tuvo un accidente, recuerdo que tenía 15 años y en lo que iba a suceder había tres vehículos más. Antes esto de la presunción de inocencia no pasaba, antes eras culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Recuerdo cómo muy bien a mi mamá le decían que en lo que se decidía su situación legal se iba a tener que quedar detenido. Imagínate ver a tu papá detenido por algo que no cometió.
Esa fue de las decisiones para tomar la decisión de esta licenciatura.
¿Karina se podría considerar que es una mujer de retos?
Me gustan mucho los retos y es más, cuando me dicen que no puedo hacer las cosas, creo que eso es un motor para mí porque es cuando me demuestro a mí misma y le demuestro a los demás que sí se puede. De hecho, siempre se lo digo a mis hijos esa frase del “no se puede”, es una frase que no puede existir en su vocabulario.
¿El reto más grande que ha tenido Karina Labastida, cuál podría ser?
El reto más grande que he tenido y que tengo es saber educar bien a mis hijos. Llevarlos por el buen camino, creo que es lo más importante, que tenemos que hacer como mexicanos cuando decides tener esa gran responsabilidad de tener hijos, tienes que hacer buenos mexicanos.
¿Cómo es juntar la parte de la política y la familia?
Mi esposo también se dedica a la política, de hecho nos conocimos en esto. Vamos a cumplir ya 15 años de casados y creo que es muy gratificante porque además hemos sabido compaginar muy bien esta parte de la política y la familia. Tratamos que una vez que llegamos a casa la política la dejamos afuera y nos dedicamos a nuestros hijos.
Nuestros hijos ya se han politizado muchísimo. Recuerdo muy bien que cuando estaban en el kínder venía una elección para gobernador y andaban ahí haciendo proselitismo y demás. Hicieron elecciones internas en el salón.
Hemos sabido llevar muy bien la familia y la política. Les gusta mucho involucrarse en el tema, si vamos a las comunidades, les gusta acompañarnos.
LC