El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no es partidario de la Ley del Talión y que no resolverá los problemas con medidas coercitivas o con el uso de la fuerza.
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Luego de que la Arquidiócesis de México acusara al gobierno de tener "mano blandengue" frente a los actos vandálicos ocurridos tras las manifestaciones contra los feminicidios, López Obrador aseguró que ahora existe un nuevo paradigma en materia de seguridad pública en que no apostarán "por hacer lo mismo que los gobiernos pasados y enfrentar la violencia con violencia y el mal con el mal".
"No vamos a resolver los problemas con medidas coercitivas o con el uso de la fuerza, no van a ver masacres, no se va a utilizar al Ejército ni a la Marina para reprimir al pueblo. No soy partidario de la Ley del Tailón, no creo en el ojo por ojo, en el diente por diente porque, si a esas vamos, nos quedaríamos tuertos y chimuelos siempre, no creo que la violencia deba enfrentarse con la violencia, no creo que el mal debe enfrentarse con el mal, no se puede apagar el fuego con el fuego", dijo en su conferencia matutina.
López Obrador lamentó que su administración heredara 26 mil cuerpos no identificados en los Servicios Médico Forenses (Semefo) y en otros lugares improvisados, y aseguró que la Subsecretaría de Derechos Humanos realiza gran trabajo para lograr la identificación de los cadáveres.
"Es muy lamentable lo que ha venido sucediendo en el país sobre violencia, asesinatos y desapariciones y también de cuerpos no identificados, nosotros recibimos el gobierno con más de 26 mil cuerpos. Es una herencia lamentable", dijo.
OVM