Con el compromiso no de transformar Jalisco, sino de refundarlo de manera integral, y de cooperar con el gobierno federal, pero sin sometimiento, Enrique Alfaro Ramírez asumió su cargo como gobernador del estado, en una ceremonia donde tuvo como testigo de honor a la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
El mensaje de Enrique Alfaro fue directo hacia el nuevo presidente, a quien tendió la mano para trabajar juntos, pero salvando las diferencias entre los proyectos estatal y federal. La refundación es el proyecto que el nuevo gobernador ha impulsado desde el inicio de su campaña política a la gubernatura.
Para el ingeniero civil y exalcalde de Guadalajara, la refundación “no es sólo la transformación del gobierno: es la transformación de la sociedad revalorando, restableciendo, y volviendo efectivos los fundamentos que sostienen, ordenan y orientan nuestra vida en común y nuestros proyectos de futuro”, según explicó en el discurso que pronunció en la sede del Congreso estatal luego de rendir protesta como gobernador.
En su alocución, señaló también que “es muy probable que este nuevo acuerdo social tenga que estar definido en una nueva Constitución”, aunque no dio más detalles sobre el tema. El ahora gobernador (de traje azul y camisa blanca sin corbata), aprovechó la presencia de la titular de Gobernación para enviar mensajes al gobierno federal, algunos de ellos refiriéndose de manera concreta al presidente Andrés Manuel López Obrador. Dijo, por ejemplo, que el suyo será “un gobierno que respete y se coordine con otros órdenes de gobierno, que respete a la federación, pero que no se arrodille ante ella”.
También afirmó que “desde Jalisco le decimos al Presidente de México que cuenta con nosotros para impulsar la transformación nacional. Podemos tener diferencias en algunos temas, algunas incluso de fondo, pero eso no significa que seamos enemigos. Por el contrario: queremos ser sus aliados en la compleja tarea de desmantelar el viejo sistema político para traer justicia a la Nación. Ofrecemos respeto y diálogo siempre. Pero pedimos lo mismo para nuestro estado y para su gobierno”.
Un tercer mensaje para López Obrador fue hecho de manera directa a Olga Sánchez Cordero: “Le pido con respeto le transmita al Presidente que de un servidor no encontrará jamás discursos de cortesía política simulada o mezquindad disfrazada de lambisconería. Sólo sé hablar de frente y con palabras que me hagan sentir orgulloso de lo que digo”.
Añadió que “me honra mucho decir que yo luché al lado de él (AMLO) durante muchos años, y que defendí a su lado una idea de país en la que aún creo. Hoy tenemos la oportunidad de concretar, cada quién en su responsabilidad, la tarea que nos propusimos hace ya trece años: transformar la tragedia nacional en esperanza. Estoy convencido de que lo vamos a lograr juntos”. En dos temas manifestó Arique Alfaro claras diferencias con las políticas de López Obrador: educación y seguridad.
En el tema educativo, dijo el gobernador que “aquí en Jalisco no vamos a acabar con la evaluación de los maestros, pero esta se hará sin persecución y brindándoles todas las oportunidades de capacitación y mejoramiento continuo que garanticen la calidad de la enseñanza. No se puede dignificar la educación sin dignificar la profesión docente en Jalisco. Sin la opinión y el acompañamiento de los maestros no se puede cambiar el modelo educativo”.
Respecto a la seguridad pública, señaló que “en Jalisco no habrá ni acuerdo ni tregua con los delincuentes. Aquí no habrá ni acuerdo ni tregua con los delincuentes, aquí no habrá ni perdón ni olvido, porque la delincuencia ha lastimado profundamente a nuestra sociedad. Vamos a actuar sin miedo y con determinación. No creemos en las declaratorias de guerra que ya fracasaron en el pasado”.
Alfaro fue arropado en su toma de posesión por 16 gobernadores, el exdirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado. El gobernador saliente, el priista Aristóteles Sandoval, tenía programado solamente participar en parte de la ceremonia, pero cuando tocó turno para que una comitiva le acompañara a las afueras del recinto, el ya ex mandatario decidió quedarse en el salón para escuchar el discurso de su sucesor.
SRN