Con el documental del Tren Maya de Epigmenio Ibarra, la gente no verá una serie constructiva, mística o antropológica, “va a ver todo eso y mucho más”.
Su autor, quien con su pequeño equipo de tres personas filmó 125 días, durante casi 16 meses los mil 554 kilómetros del recorrido del Tren Maya y varias veces, explica que el documental es un compendio de la construcción de la obra, pero también contiene “escenas de la memoria, es un recorrido por la grandeza cultural de México y es un homenaje a los trabajadores.
"Todo, visto muy cerca del presidente López Obrador, quien a lo largo de los episodios, va desgranando su pensamiento en lo que se puede considerar una despedida”.
Epigmenio Ibarra adelanta el tercer capítulo del documental. El Mar de la Selva muestra el recorrido de Escárcega a Bacalar.
“Vamos a ver a López Obrador a un López Obrador que a mí me enchina el cuero, la verdad, porque lo que nos dice en la cumbre de la pirámide de Calakmul es muy profundo y es su despedida y empezamos haciendo un montaje entre el momento en que él sube la pirámide de Calakmul el día primero de este año y el momento en que toma posesión y va a entrar a Palacio y tuve la oportunidad de entrevistarlo justo antes de que cruzara la puerta de Palacio Nacional en su primera entrevista como Presidente".
"Entonces de alguna manera están su primera y su última entrevista. De tal suerte que tenemos ahí a la fuerza de la transformación y una cosa más: y tenemos a Claudia Sheinbaum con él en el Tren y hablando de él y del Tren”, relata.
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Epigmenio Ibarra explica que en El Mar de la Selva “vamos a entrar en la profundidad de la selva, a ver sitios arqueológicos prodigiosos y vamos a ver restos arqueológicos diseminados en la selva y la operación de rescate, investigación y documentación arqueológica más grande de la historia”.
El periodista destaca que solo en ese tramo del Tren Maya se descubrieron 16 mil vestigios pues ahí se extienden las Grandes Ciudades Mayas: Calakmul, Becán, Xpujil, Chacchoben, Ichkabal, a las que antes era extraordinariamente difícil llegar.
“Porque es la selva y ahora el Tren te pone muy cerca de ella y de manera muy fácil. Tomas el tren en Campeche, en Palenque o en Cancún y estás en la selva en seis horas y estás en lugares prodigiosos”.
Entrevistado por MILENIO, Epigmenio Ibarra compartió lo que le dejó la experiencia.
“Me quedo maravillado con la grandeza de México, maravillado con la grandeza del sureste, con la belleza del sureste, con la fortaleza de su gente y me quedo maravillado por los trabajadores de la construcción mexicanos, por los arqueólogos, por las arqueólogas, por las antropólogas, los antropólogos, por las comunidades que resisten. Me quedo maravillado, comprometido y conmovido por la gran cultura y por la gran nación maya y por Andrés Manuel López Obrador y la fuerza de la transformación”, dijo.
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Para el también productor, el documental plasma un recorrido por el paisaje humano, social, cultural y por la transformación del paisaje que hace el Tren Maya que “es un espectáculo, es una obra extraordinaria y los tiempos en que se hizo.
"Eso se puede sentir en las reuniones de trabajo y en los viajes de supervisión en los que seguimos al presidente y lo seguimos muy de cerca. Hay unas entrevistas muy íntimas que tienen un tono de legado. Estamos viendo a un López Obrador a punto de partir”.
Ibarra destaca que se retrataron distintas etapas de la construcción, pero el documental “trata también de la grandeza cultural de México pasada y presente”.
Filmamos, comparte, 28 ciudades mayas, que creo que están bien filmadas, van a gozarlas. Y se habla con arqueólogos, con restauradoras y restauradores, e incluso pueden verse momentos de excavación y de descubrimiento.
“Por otro lado, la cuestión ambiental. La cuestión ambiental desde el punto de vista de la cuarta transformación, es decir, cuando la selva y la naturaleza la cuidan las comunidades que en ella viven. Y lo que se ha hecho en el sentido de hacer de la reserva natural de la biósfera de Calakmul la segunda reserva más grande de selva en el continente americano después del Amazonas” explica el autor.
En el episodio uno, llamado Mar Adentro, se muestran entrevistas con los directores de los grandes consorcios que construyeron ese tramo y a los ingenieros militares que están a cargo de los tramo 5, 6 y 7 y verán a los responsables militares que se harían de la operación de la empresa Tren Maya.
Asimismo está Diego Prieto, María Luisa Albores y Margarito Molina, de los principales responsables, sobre todo del rescate del patrimonio Maya.
Epigmenio Ibarra explica que fue una producción muy dedicada, pues él hace la cámara principal y le acompañan Ernesto Lens con una cámara pequeña y el fotógrafo aéreo Benjamín Alcántara. Somos tres fotógrafos y un sonidista, dos asistentes y párale de contar, dice.
Ese equipo debió superar el reto que implicaban las distancias y los trayectos nocturnos pues “somos esclavos del sol” y había que estar a la hora adecuada en los sitios de construcción y arqueológicos, en los lugares de conservación del medio ambiente.
“Pero creo que se logró una mirada desde el asombro, que comunica el asombro que nosotros como equipo sentíamos ante la grandeza del país, de su paisaje, de su patrimonio cultural y ante la grandeza de los trabajadores, ingenieras, ingenieros que han hecho este tren”.
CHZ