Estar internado por coronavirus fue como ser parte de una película; en ella había doctores vestidos como astronautas y cintas amarillas de precaución.
Se trata de la historia de Jorge Jasso en su estadía en el hospital Tierra y Libertad y su proceso de vencer al covid-19.
Jorge Jasso, de 45 años, actor de profesión, narró para MILENIO su experiencia de haber sido hospitalizado tras padecer los síntomas más graves de un cuadro de coronavirus hasta cómo logró superarlo y reintegrarse a su rutina diaria.
Los primeros síntomas reveló que los sintió el pasado 24 de junio, a los cuales no tomó mucha importancia, y a pesar de haber ido a consultar únicamente le dieron tratamiento para gripe; sin embargo, conforme pasaron los días, los malestares seguían, por ello decidió tomar otra opinión, la cual le ordenó hacerse la prueba PCR, al coincidir muchos de los síntomas con covid-19.
Fue hasta el 3 de julio cuando llegó al hospital Tierra y Libertad para hacerse esta prueba, sin imaginar que en ese mismo rato lo internarían, comenzando así lo que calificó como una película.
“Para mí fue como estar una película, me recibieron en unas puertas donde decía ‘Aislados covid’ con letras amarillas de plástico, amarillo de precaución. Ahorita lo platico normal, pero en esos momentos estaba muy triste, porque en mi vida había pisado un hospital, ni menos para internarme”, señaló.
Para Jasso, toda esta vivencia se convirtió en una explosión de emociones que se detonó al momento de que le dijeron que lo tendrían que internar, ya que en esos momentos no le pasaba por la mente estar enfermo por covid y sobre todo verse solo en un área especial.
“Me quedé toda la noche, todo aislado, no sabía qué hora era porque no pude ingresar el celular, ahí me quedé solo y empecé a llorar, me pegó mucho todo esto, me pegó en lo emocional, ya quedarme en la realidad y ver que estaba internado”, mencionó al recordar cómo fue su primer día en el hospital.
Precisó que su estadía en el nosocomio, ubicado al norponiente de Monterrey, fue de las mejores, al recibir un trato de excelencia por parte de todo el personal médico, que gracias a su apoyo logró vencer poco a poco esta enfermedad, hasta que por fin el 7 de julio fue dado de alta.
Tras una serie de tratamientos, el hacer uso de oxígeno y gracias a los cuidados, sobre todo, tener una vida saludable, sin vicios, hizo que su problema respiratorio fuera el mínimo y lograr así una mejoría inmediata.
“Con ese hospital me quedo maravillado para ser mi primera experiencia de estar internado, todo está en excelentes condiciones, el trato igual, los doctores y enfermeras me trataron muy bien, la comida fue de primera, platillos completos y muy sanos”, señaló.
En un principio aceptó que tuvo miedo por todo lo que se veía en redes sociales o medios de comunicación, que poco a poco se fue disipando gracias a la labor de los doctores y enfermeros, quienes le hicieron entrar en confianza en todo momento.
“Yo entré con mucho miedo, porque no sabía qué me iba a esperar, sobre todo por las cosas que escuchas, pero no, yo salí con un buen sabor de boca, me despidieron hasta la puerta del hospital y me aplaudieron mucho”, enfatizó.
El tema emocional estuvo presente todo el momento.
“Piensas en lo que pudo haber pasado, pero no pasó, porque estás cerca de la muerte, porque de tratarse de vías respiratorias si tu salud está mal, pues te puedes ir como mucha gente que ya se ha ido, pero sí me quedó claro que valió la pena el estarme cuidando desde mi alimentación, el ejercicio, no tengo vicios”, puntualizó.
Una crisis diaria de psicosis
Tras haber sido dado de alta, reintegrarse a su vida cotidiana ha sido una crisis diaria de psicosis, sobre todo por el sitio en donde trabaja temporalmente, al tener que compartir herramientas de trabajo y sobre todo porque tiene que llevar sus propios desinfectantes para sentirse seguro.
“Yo temporalmente estoy trabajando en un call center; para mí, día tras día, es sufrir una psicosis; en el trabajo yo uso cubrebocas, nos dan artículos de limpieza, pero para mí no es suficiente, yo desde mi casa llevo un líquido sanitizante para reforzar.
“Te tienes que arriesgar día con día, porque ésta es la nueva normalidad, que es arriesgarnos desde salir de tu casa, subirte al transporte público, estar en tu área de trabajo, donde todo el día está el aire acondicionado, con los compañeros donde se comparte una diadema, un teclado, es estar todo el tiempo al pendiente para cuidarme”, añadió.
El virus no tiene excepciones
Al vivir toda esta situación hizo un llamado a la ciudadanía para que no tome de broma las medidas de cuidado.
“Lo creas o no se debe usar el cubrebocas; ‘¡mantén tu distancia!’ y si no es por ti es por los demás, eso es lo que yo aconsejaría, porque no estamos exentos de ello”, finalizó.