Estrategia anticrimen no fracasó: Navarrete Prida

La estrategia de combate a la inseguridad implementada durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto fue absolutamente insuficiente y mantiene retos mayores, aunque no por ello fue un fracaso, señaló el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida.

En entrevista con MILENIO, el encargado de la política interna del país aseguró que la situación de violencia que se vive requiere de un análisis profundo, así como un entendimiento de la complejidad de los problemas y un reconocimiento de que por la insuficiencia, se tienen retos mayores que afrontar.

Ante este panorama, afirmó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá que asumir de forma inmediata una serie de definiciones, de las cuales dependerá el desarrollo del país, y que no pueden esperar a que termine el sexenio.

Navarrete Prida señaló que uno de los grandes pendientes que se mantienen es la definición del modelo jurídico para las estructuras policiacas municipales, un tema que compete al Congreso de la Unión y que ha quedado pendiente durante una década.

La legalización de las drogas, agregó, es otro de los temas que debe considerar el impacto que tendría la regularización de algunos productos en relación con las organizaciones criminales y con la población en general.

En este punto, el funcionario federal consideró que no existe nada claro sobre si la regularización de algunos productos, como es lo que se plantea, generaría por sí misma una disminución en los niveles de violencia que prevalecen en México, cuando existe una amplia gama de actividades criminales.

"Cuando las organizaciones criminales tienen un abanico de actividades, que no solamente se basan en un producto de actividad ilícita, se debe ver si la legalización de ese producto generaría por sí misma (las condiciones) para atenuar los niveles de violencia", dijo.

Agregó que desde la perspectiva del crecimiento de los llamados mercados imperfectos en la ilicitud, la demanda de un producto ilegal genera ganancias también ilícitas y por tanto una alta posibilidad de violencia; sin embargo, consideró que es un tema que debe ser discutido a profundidad.

"Creo que debe tenerse un énfasis mayor en el tema de salud pública, de adicciones y jóvenes, no solamente visto desde la óptica de la violencia, sino del desarrollo del país", expresó.

El secretario de Gobernación señaló que algunas de las definiciones que requiere el país competen no necesariamente al Presidente electo, sino a quien tomará su lugar en Segob, Olga Sánchez Cordero, o incluso a otros órdenes de gobierno y poderes públicos.

Tales son los casos de las fuerzas armadas, el futuro de la Policía Federal, el tema de los desaparecidos, así como la política compensatoria para apoyar a los grupos más vulnerables y necesitados, para reducir la brecha de desigualdad que prevalece.  

En este sentido, Navarrete Prida reconoció que hay un gran pendiente en las acciones que se realizaron para reducir los niveles de pobreza o subdesarrollo; no obstante, destacó que durante la actual administración se hizo frente a una de las crisis más severas en materia financiera.

Pese a ello, agregó, el país resistió, mantuvo un tipo de cambio estable y posiciones muy dignas con respecto a lo que quería y siguió creciendo, no hubo un solo momento de recesión. "En esa dimensión es donde hay que ver qué insuficiencias hubo, en qué concepto estuvieron, pero no fue por negligencia, fue por circunstancia".

Otro de los temas, dijo, es revisar el nuevo sistema de justicia, ya que en su visión garantista se está convirtiendo en una puerta giratoria, en donde los delincuentes entran por un lado y salen por el otro para seguir delinquiendo.  

El titular de Segob destacó los avances que hubo en diversas áreas y destacó la permanencia de la gobernabilidad que logró mantener la dependencia bajo su mandato y durante el proceso electoral de julio pasado.

"El saldo es que el Presidente de la República entrega un país que tuvo un proceso electoral ejemplar, donde la confrontación tan violenta que se había dado en sexenios anteriores en esas etapas disminuyó, y que las instituciones del país se entregan en paz social", expresó.