El gobierno de Estados Unidos informó que los cinco agregados laborales del Departamento del Trabajo que pretende enviar a México no son inspectores y su labor se limitará a proporcionar asistencia técnica y a coordinar la entrega de recursos de cooperación en la materia.
A través de una carta dirigida al subsecretario Jesús Seade, el representante comercial estadunidense, Robert Lighthizer, aseguró que los encargados de negocios sobre diversos temas es algo típico e incluso recordó que actualmente hay personal en la embajada de su país en México para asistir al gobierno a mejorar las condiciones laborales.
Desde Washington, Seade informó que la misiva fue entregada durante un encuentro que sostuvieron ambos funcionarios, en el que el estadunidense, dijo, le extendió una disculpa por incluir estos elementos, pero le aclaró que esto se discutió previamente con la Secretaría del Trabajo.
“México ha solicitado cooperación, asistencia, en parte porque sería útil tenerla y en parte como una forma de darle la vuelta a lo del enforcement; específicamente hubo solicitudes que fueron hechas por la Secretaría del Trabajo y EU responde a eso, así que sí tenía una base”, dijo.
Seade señaló que el tema nunca fue discutido con él personalmente, sino con la dependencia a cargo de Luisa María Alcalde, y aclaró que no existen otras cosas que hayan detectado que puedan ser consideradas cuestionables.
Pese a ello, reconoció que aún existen elementos que son considerados un poco excesivos y que demuestran mucho cuidado por parte de los estadunidenses; “pero es una cosa interna, de ellos”.
Al dar lectura a la carta, Seade aseguró que en el documento se detalla que estos agregados tampoco tendrán ninguna participación en la resolución de controversias que puedan existir, las cuales serán dirimidas en los paneles de expertos acordados en la adenda recientemente suscrita.
“La administración incluyó el lenguaje en la propuesta del T-MEC que autoriza hasta cinco agregados del Departamento del Trabajo para colaborar con sus contrapartes mexicanas, trabajadores y grupos de la sociedad civil en la implementación de la reforma laboral”, detalla la misiva dirigida al subsecretario.
No obstante, reconoció que la redacción que se contempla en esta iniciativa de ley para que los agregados ayuden a la Comisión Intersecretarial Laboral a monitorear, así como a asegurar que se cumpla con la reforma laboral, son los elementos que preocupan.
“Puedes decir que va muy bien la reforma, y si surge una preocupación porque no hacemos nada, qué bueno que se lo digan al comité, eso podría ser, pero también puede ser que se meta por todos lados para ver si hay trabajadores insatisfechos o visitas a las plantas”, dijo.
Frente a este escenario de ambigüedad fue que preguntó directamente al funcionario estadounidense cuál sería el marco de acción de los agregados, los cuales, dijo, pueden ser aceptados o rechazados por México.
En Ciudad de México, el vocero de la cancillería, Roberto Velasco, informó que
México va a hacer consultas para que en febrero el Congreso pueda volver a sesionar “y tengamos una medida que nos permita crear una estructura de mecanismos para sustentar los paneles previstos en el nuevo tratado, la defensa de los trabajadores mexicanos y nuestros intereses en general”.
“Salieron clandestinamente”
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la aprobación del T-MEC es un avance hacia la cooperación entre México, Estados Unidos y Canadá, aunque reconoció que los agregados laborales propuestos por el gobierno de Donald Trump no habían sido acordados y que “salieron de forma clandestina”.
“(El tema de los agregados) no se acordó en el tratado, esto sale de manera clandestina, aunque (EU) tiene derecho, porque es un país libre y soberano de presentar sus iniciativas”, (pero) tenemos una postura al respecto; ya se está tratando este asunto con el mismo método que hemos utilizado en nuestras relaciones con EU: el diálogo”, señaló el mandatario en su conferencia de prensa matutina.