Pero al fijar los nuevos salarios mínimos, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) informó que México mantendrá la “deuda histórica” que tiene con las trabajadoras del hogar desde 1970 (cuando se propuso por vez primera fijar un ingreso mínimo para ellas), pues el Consejo de Representantes de esa dependencia no llegó a ningún acuerdo al respecto.
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Este 30 de marzo, Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, se conmemorará en medio de pérdidas de empleo y disminución del ingreso por la contingencia sanitaria que trajo el covid-19, por lo que pidieron al gobierno las incorpore a la seguridad social y que fije el salario mínimo para hacerle frente a esta etapa.
¿Por qué no se fijó antes su SM?
Con base en solicitudes de información, Cimacnoticias encontró que la Conasami no discutió el tema durante las reuniones del pasado 28 de noviembre y 16 de diciembre de 2019, cuando se establecieron los salarios mínimos para 2020.
En estas reuniones representaron a las y los trabajadores, entre otros, José Luis Carazo Preciado, de la Confederación de Trabajadores de México, y Felipe de Jesús Macedo Martínez, del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social.
No participó ninguna mujer ni ninguna representante del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar, constituido formalmente desde 2015.
De acuerdo con lo proporcionado vía transparencia por la Conasami, sólo hubo una reunión en la que el Consejo de Representantes discutió el tema de las trabajadoras del hogar en todo 2019. Ésta se llevó a cabo el 28 de marzo del mismo año. En la minuta de esa reunión (de la que Cimacnoticias guarda una copia), consta que fue el presidente de la Conasami, Andrés Peñaloza Méndez, quien introdujo el tema como una “inquietud”.
Según la minuta, Peñaloza “señaló que ha estado atendiendo a personas y organizaciones que están vinculadas al trabajo del hogar y se ha hecho con el mayor gusto, asimismo refirió que “ya era el momento en que el Consejo tendrá que tomar la decisión de fijar un salario mínimo sobre este trabajo especial” y anunció que al siguiente domingo se haría el arranque formal del programa piloto del Instituto Mexicano del Seguro Social y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS). Hay una exigencia, una petición a la Conasami para que se siga trabajando el tema, para que en su momento, se pueda tomar una decisión en torno a la fijación del salario (sic)”.
En respuesta, Marcos Moreno Leal, quien acudió como suplente de Daniel Raúl Arévalo Gallegos, pidió que se hiciera un análisis de “cómo se captaría la realidad del servicio doméstico” porque “tenía entendido que la mayor parte de ellas trabaja por horas y cobran bastante bien, cobran lo de dos días por una hora”.
Según la misma minuta, Tomás Natividad -representante de la patronal- señaló que los patrones de estas trabajadoras del hogar eran personas físicas, no las empresas, por lo que secundó a Moreno Leal en reconsiderar la propuesta al decir que sería contraproducente para ellas elevar el salario mínimo.
Al final de esa reunión se acordó hacer un estudio, que hizo en mayo de 2019 la Conasami y la STyPS. En él se encontró que 92 por ciento de los hogares empleadores se encontraban en condiciones de cubrir el salario mínimo propuesto, “por lo que la cantidad era adecuada y factible”.
Este documento, en el que el Consejo de Representantes debió basarse en diciembre para tomar la decisión, señaló que 44 por ciento del total de las trabajadoras del hogar ganaba menos de un salario mínimo; mientras que las que percibían más de uno o hasta 2 salarios mínimos representaron 36 por ciento. Por ello, dice el informe, 38 por ciento de las trabajadoras que viven en las zonas urbanas, no puede acceder a la compra de la canasta alimentaria y no alimentaria urbana calculada por el Coneval.
En contraste, 54 por ciento de los empleadores de las trabajadoras del hogar pertenece al decil más alto de ingresos. Aunque el estudio concluyó “que la fijación del salario mínimo no tendrá efectos adversos en el empleo de los y las trabajadoras del hogar”, la Conasami sigue sin fijar el salario mínimo.
INCORPORACIÓN AL IMSS, UNA CARGA MÁS PARA TRABAJADORAS
En entrevista con Cimacnoticias, la coordinadora de la asociación civil Mujeres Organizadas, Juana Cruz Jiménez, quien asesora y acompaña trabajadoras del hogar indígenas de Chiapas, dijo que en las zonas urbanas del estado, por ejemplo, el salario de las trabajadoras puede oscilar de 150 y a 200 pesos, pero en el resto de la entidad es de 60 y 80 pesos. A esto se suma que las que han conseguido que se les incorpore a la seguridad social, tienen que aportar parte de su salario para este derecho, lo que disminuye su ingreso. A ello se suma que las empleadoras están dispuestas a negociar un contrato siempre y cuando trabajen jornadas de 8 horas, no falten y tomen el descanso los domingos, por el mismo pago.
Según datos del IMSS, el salario promedio mensual de las trabajadoras que están incorporadas a su programa Piloto es de 4 mil 708 pesos, cifra por debajo del resto de las y los mexicanos, que en promedio ganan 213 pesos diarios (6 mil 405 pesos mensuales), según datos de la STyPS hasta enero de 2020.