Pese a que la Ley de Obra Pública municipal contempla que la ejecución de las obras se determine mediante concurso y licitación pública, la elaboración de proyectos para dichas intervenciones se mantiene a discreción y con ello se deja fuera a un gran sector de especialistas que pueden participar para garantizar mejores trabajos en estos temas, afirmó el profesor investigador en el Área Académica de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Yoan Saidt Beltrán Martínez.
El resultado de estas fallas en los mecanismos de concurso para socializar la obra pública en , y en todo el país –apuntó Beltrán Martínez– tienen como resultado intervenciones que deben ser atendidas o rehabilitadas por periodos cortos, como es el caso de la Plaza Independencia, que es un espacio público que está en constante actualización o rehabilitación porque no se ha hecho un trabajo que garantice una duración amplia de la intervención y por ello causa molestias en varios periodos porque, al no tener una buena ejecución, está en constante remodelación.
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La socialización y apertura de los proyectos mediante concursos, tendrían como resultado una mayor cantidad de proyectos generados por profesionales, quienes darían garantía de los trabajos, materiales y definiría una ruta específica de trabajo desde el punto de vista de diseño que garantice una intervención eficaz y duradera, "da la impresión que, dado que no hay demasiados recursos, los procesos se hacen menos abiertos y no se involucra tanto a las personas que se quisiera y eso genera incertidumbre porque el diseño debe dar una proyección del trabajo final; en el caso de lo que sucedió con esta remodelación de las más visibles de la Plaza Independencia, sí fue algo cuestionando en la academia, ya que nos parecía que no estaba claro el proyecto, se hacía un llamado a las autoridades para que nos dieran a conocer el proyecto ejecutivo y cómo se iba a intervenir, porque no hubo socialización del proyecto y el resultado lo podemos ver, no tuvo el efecto que se esperaba", argumentó.
Por ello independiente de los recursos que se destinen para intervenir la Plaza Independencia, no solo se debe transparentar la ejecución de la obra pública, sino que se debe destinar un porcentaje entre el 5 y 10 por ciento de este presupuesto para que se concurse y definir así el proyecto que se debe seguir para que no sea únicamente responsabilidad de los constructores generar trabajos de calidad y existan también algunos filtros que permitan evaluar este trabajo, añadió.
"En el tema de ella proyectos públicos, aunque la Ley de Obra Pública marca los mecanismos para que se construya en el espacio público, no se han ajustado los mecanismos para someter al proyecto a concurso porque si éste se puede concursar, se pueden definir las directrices de la ejecución desde un principio, si no se deja al constructor esta responsabilidad y tenemos una larga historia triste de corrupción y temas pendientes que han faltado en estas construcciones; pues cuando el proyecto no se concursa o no es público, se tienen limitantes y obstáculo para saber el tipo de piso correcto que debe instalarse y no solo ir por el tema de costos, porque si en algún momento se decide cambiarlo queda en dos partes únicamente: el ayuntamiento y el constructor, y no hay estudios previos para definir qué está bien o mal en la definición del tipo de material adecuado para cada intervención. No hay estudios para definir el material y ese vacío es de los grandes pendientes que se tiene y pudiera ser lo que provoca que no tenga el resultado esperado", aseguró.
"Me parece que los ayuntamientos siguen los procesos que tienen a la mano, pero si se define una solicitud de concursos de los proyectos ejecutivos no solo queda en una intención de diseñar un nuevo elemento o mejorar una cuestión, sino que sería una determinación y una garantía que parte desde el proyecto y que lleve mediante la ejecución de obra pública. La petición al ayuntamiento es que se acerque y emitan concursos para los proyectos, eso puede ser la línea porque se hace visible, transparente y permite que los profesionales lleven las mejores ideas, presentes porque hasta donde tengo entendido no se cuenta con el capital humano para tener un área de diseño en el municipio; por ello se debe destinar parte del presupuesto destinado para cada intervención; por ejemplo, si se tienen 10 millones de pesos para intervenir esta zona, que se destine al proyecto ejecutivo entre el 5 o 10 por ciento para que sea dirigida a profesionales, así el proyecto ya tiene un rumbo y sacaría una intervención más acordé, porque el diseño tendrá que acercarse con modelos, maquetas, planos y podrían tener muchas propuestas y el jurado decidirá. Con eso se tiene esa certeza porque los proyectos serían concursables y tendrían que contar con estudios previos de materiales e intervención para que no se tenga que hacer intervenciones cada tres meses para atender estos malos trabajos", concluyó.