El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) aseguró que hay nuevos indicadores que muestran otra vez indicio de una desaceleración en la economía nacional o tendencia a la baja.
Entre ellos está un menor monto en la recaudación durante los primeros cinco meses de 2023, evolución de los recursos que se canalizan a las entidades federativas y debilitamiento en el consumo.
El Ceesp indicó en su análisis semanal que en cada uno de los primeros cinco meses del año la recaudación tributaria está por debajo de lo previsto, lo cual puede ser resultado de la sobreestimación de los ingresos públicos que se espera como resultado del optimismo con el que se elaboró el paquete económico de 2023.
Además de la evolución de la recaudación del ISR, que proveé más de la mitad del total, refleja de mejor manera la intensidad de la actividad económica y su comportamiento sugiere una desaceleración, en especial en mayo.
Pero también se redujo el gasto de las dependencias y entidades que gozan de la preferencia gubernamental, como Trabajo y Previsión Social, Energía, Turismo, Bienestar, Pemex y CFE.
Otro elemento que sugiere una desaceleración es la evolución de los recursos que se canalizan a las entidades federativas y municipios. Entre enero y abril la suma de participaciones federales y aportaciones a gobiernos locales fue 3.1 por ciento inferior en términos reales anuales.
En el primer cuatrimestre del año 24 estados y sus municipios registraron disminuciones en los recursos que perciben de la federación. Sumado a la posibilidad de una desaceleración económica, ello sugiere que los estados y municipios tendrán que ajustar sus presupuestos a la baja en lo que resta del año.
Finalmente en el organismo privado indicó que hay señales de debilitamiento que se comienzan a percibir en la evolución del consumo. En mayo las ventas de los establecimientos asociados a la Antad a tiendas totales registraron una caída anual de 1.7 por ciento en términos reales.