A dos años de la implementación del Sistema de Justicia Penal existen deficiencias graves que se deben atender para conseguir el proceso de pacificación que México requiere, afirmó el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío.
Advirtió la necesidad de que todo tiene que estar regido por la imposición de las normas jurídicas.
“No puede haber proceso de paz restaurativo o tradicional si no se tiene un sistema penal eficientísimo porque si no aquello que termine en paz o perdón volverá a recaer y aquello no volverá a tener ningún sentido, las víctimas quedarán profundamente ofendidas, profundamente lastimadas y no habrá un proceso de paz posible”, dijo.
El ministro participó en la conferencia organizada por México Evalúa, donde se dio a conoce que a dos años de la aplicación de los juicios orales prevalece la ausencia de una estrategia y planeación integral a nivel nacional que se traduzca en una política pública efectiva.
María Novoa, coordinadora del programa de justicia de la organización civil, dijo que en el estancamiento del Sistema de Justicia Penal apenas 6 por ciento de las denuncias se judicializan,
Además de que no hay transformación de las instituciones, los policías tienen un sueldo bajo, falta capacitación y el sistema penitenciario no cumple la función de reinserción.
Para atender esas deficiencias, insistió el ministro Cossío, “hay que poner el tema de la justicia penal como un tema central”.
“No va a haber un proceso de pacificación, no va a haber transición a nada si una vez concluido ese proceso, pase lo que pase, después no va a haber las condiciones de recuperación. Se va a caer en el mismo problema con una sociedad mucho más lastimada, mucho más dolida, mucho más sacrificada”, comentó.
De acuerdo con México Evalúa, el promedio nacional de impunidad directa del sistema acusatorio para 2016 era de 87.3 por ciento y hoy en día, en 17 entidades hay mayores niveles de impunidad como Guerrero, Campeche, Hidalgo.
jbh