Consejeros del Instituto Estatal Electoral e investigadoras universitarias, coincidieron en que es necesario legislar sobre los derechos político electorales de la población migrante hidalguense para garantizar su participación.
Durante el conversatorio virtual “La migración internacional y nacional en el estado de Hidalgo y su impacto en la organización comunal”, destacaron la falta de un proceso de apropiación de los espacios por parte de las comunidades indígenas, por su población local y migrante.
El consejero electoral, Salvador Domingo Franco Assad, fungió como moderador en su calidad de integrante de la Comisión Especial de Derechos Político Electorales de los Pueblos y Comunidades Indígenas, junto a las participantes: María Félix Quezada Ramírez, Coordinadora del Doctorado de Población; y Dalia Cortés Rivera, Profesora Investigadora del Área académica de Sociología y Demografía, ambas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Dalia Cortés reconoció que las acciones afirmativas implementadas por el IEEH son avances muy importantes, no obstante, hay un largo tramo para que los pueblos indígenas se sientan verdaderamente representados por quienes alcanzan una candidatura.
El Instituto Estatal Electoral de Hidalgo desarrolló el ciclo de actividades en el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Las participantes abordaron el tema respecto de la manera en que se han modificado los procesos organizativos de las comunidades a partir de la ausencia de población que era joven y productiva, lo que ha implicado un cambio en 3 instituciones fundamentales: la Asamblea Comunitaria, el Sistema de Cargos civiles y religiosos; y la faena. Precisaron que en las décadas de 1980 y 1990, era más viable que los migrantes regresaran a tomar un cargo o visitar a sus familias, pero en los últimos 20 años la permanencia en Estados Unidos dura más tiempo, lo que ha obligado a flexibilizar los 3 ejes de la comunalidad.
La segunda pregunta fue acerca de los efectos de la migración nacional e internacional sobre la categoría del vínculo comunitario, efectos que fueron, coincidieron, los más visibles ante la ausencia de la población productiva de las comunidades, lo cual hizo que su organización se reconfigurara y se pusieran en marcha estrategias de reemplazo, donde es notoria la creciente participación de las mujeres en los espacios de comunalidad y que la participación ya no sea directa, sino que el migrante paga con remesas por la actividad que le correspondería realizar en la comunidad, y la comunidad lo respalda, conservando con esto su pertenencia a la misma.