Tras la aprobación en la Cámara de Diputados del aumento al castigo de 60 a 65 años de cárcel por el delito de feminicidio, la legisladora independiente Lucía Riojas aseveró que estas medidas de nada sirven para contrarrestar la violencia en contra de las mujeres, ya que ha sido el mismo Legislativo el que ha avalado reformas que propician la violencia de género.
A través de un video en redes sociales, la diputada independiente detalló los motivos por los cuales votó en contra de las reformas al Código Penal Federal aprobadas esta tarde por el pleno de la Cámara de Diputados.
Lucía Riojas afirmó que de nada sirve aumentar las penas a quien cometa feminicidio cuando el mismo Legislativo echó atrás políticas públicas a favor de las mujeres, como la desaparición de los albergues para mujeres violentadas y la negativa de legislar en torno a la interrupción legal del embarazo.
"No ha servido de nada que seamos la legislatura de la paridad de género si seguimos solapando una visión machista para resolver estos problemas. La militarización de la vida pública es lo más machista que existe.
"Ustedes hablan de atender las causas de la violencia pero sólo se les ocurre la cárcel como solución. Subir las penas no sirve de nada, ni su constitución moral, ni un decálogo improvisado e ignorante".
Riojas afirmó que se sigue legislando a partir de una visión "machista" con un profundo desprecio hacia las mujeres, "no vengan a decirnos que quieren castigar a quien nos mata cuando ustedes desprecian nuestras vidas".
"El desprecio viene de quien niega la importancia de tener estancias infantiles, de quien piensa que las escuelas de tiempo completo son innecesarias, de quien avaló un presupuesto que desapareció de un plumazo los albergues que nos protegían de nuestros abusadores, porque detrás de estos actos se encuentra la idea absurda de que debemos estar en nuestras casas cuidando a nuestros hijos, que debemos aceptar todo abuso porque ese es nuestro lugar en el mundo.
"La Cámara de Diputados ha avalado algunas de las políticas públicas que más nos desprecian y más nos dificultan la vida. La Guardia Nacional vuelve más peligrosas las calles que caminamos. La prisión automática criminaliza la pobreza, viola las presunciones de inocencia y le da más carga a las mujeres que tienen que hacerse responsables de sus familias".
AE