La heroína ha sido desplazada del mercado negro por el fentanilo –una droga sintética 50 veces más potente–, que al mezclarse con otros psicoestimulantes ha elevado los casos de sobredosis en Sonora y Baja California.
Las autoridades mexicanas y estadunidenses han establecido tres teorías para explicar ese fenómeno: podría ser una acción deliberada de los narcotraficantes, un ensayo para implementar un nuevo producto o tratarse de contaminación de los narcóticos, dijo Gady Zabicky Sirot, titular del Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic).
Además, llamó al Poder Legislativo a retirar la prohibición de naloxona, un medicamento que revierte rápidamente una sobredosis de opioides.
“Cada vez encontramos menos dosis de heroína pura, hay lugares en donde realmente ya no hay en el mercado, en la calle, sino que todo ha sido sustituido por fentanilo”, alertó.
Entrevistado en MILENIO Televisión, dijo que los especialistas aún tratan de explicarse qué significa la presencia de un opiáceo tan potente como son los fentanilos, y para entender por qué se están mezclando con psicoestimulantes, cómo puede ser la cocaína o el cristal metanfetamina.
“Puede ser porque los estimulantes le quitan un poco la sedación a los narcóticos y los narcóticos le quitan un poco la hiperexcitación que da el estimulante; también pensamos que puede ser un tipo de ensayo –odio decirlo de esta manera–, pero uno de los grandes problemas del mercado negro de sustancias es que no sabemos qué contienen, y de alguna manera bajo un esquema de ensayo y error puede ser una forma diferente de ingresar una sustancia al mercado.
“Y, también, pensamos que puede haber cierta contaminación, probablemente las mismas personas que trafican con estas sustancias, lo hagan con otras y se puede contaminar simplemente tocando el empastillador”, explicó.
Gady Zabicky destacó que lo que está claro es que existe un grave problema respecto a la ruta por dónde llegan los precursores, ya que el fentanilo es, al mismo tiempo, un medicamento indispensable en los hospitales, por lo que el reto es que estos químicos no se dirijan al mercado negro.
“El hecho es que sí sabemos que hay un tráfico importante hacia el norte, y probablemente un poco de esta sustancia se derrama en el territorio nacional. También estamos empezando, desafortunadamente, con sobredosis fatales en las calles, en las ciudades, sobre todo las norteñas”, indicó.
Dijo que dentro del marco de la Estrategia Nacional para la Prevención de las Adicciones, se están redoblando esfuerzos para colaborar con sus contrapartes en Estados Unidos y Canadá, para que no fluyan estas drogas.
La ruta
El comisionado Nacional contra las Adicciones destacó que, históricamente, el Pacífico y la zona noroeste de México ha sido un punto donde, desde las naves chinas que traían la seda y especias del oriente, también traían semillas de opio. “En esta parte del país hay una usanza de cientos de años del cultivo de esta sustancias psicoactivas”, recalcó.
Destacó que en el Pacífico están los tres puertos de altura: Manzanillo, Mazatlán y Lázaro Cárdenas, “que es por donde entran muchas de las mercancías que vienen del lejano Oriente. No quiero hablar de un país en específico, porque necesitamos tener evidencias, pero sí sabemos que a través de este gran flujo de productos es imposible revisar todos los contenedores que llegan a nuestro país. Sabemos que parte de ello llega a esta zona del país y de ahí se empieza a distribuir”.
Reconoció que hay casos de niños que pueden llegar a tener una sobredosis o que pudieron haber consumido como primera droga fentanilo, pero “no es una situación indiscriminada, es decir, no pasa en todos lados, estamos hablando de algunos casos en el nivel anecdótico, que no deja de ser preocupante, pero son casos aislados”.
Atención
El Conadic cuenta con 340 Centros de Atención Primaria de Adicciones (Capa), diseñados para prevención e intervención primaria, “sabemos que este no es el alcance suficiente para atender las necesidades de personas que ya tienen un problema de narcóticos”.
Por lo que se convertirán a los Centros de Atención Primaria de Adicciones en Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones, que serán reforzados con medicamentos y médicos psiquiatras, en algunos casos con telemedicina, indicó.
Naloxona
Zabicky Sirot destacó que la naloxona, el medicamento que utilizan los anestesiólogos para despertar al paciente después de una cirugía, es también una sustancia que revierte rápidamente una sobredosis de opioides, pero su uso fue prohibido en México.
“Es muy eficaz para una persona que está sobredosificada, se le pone un disparo intranasal o se le inyecta y esa persona literalmente revive; pero está sustancia había sido clasificada como prohibida. (…) Pero estamos haciendo un esfuerzo grande porque se desclasifique y porque esté muy disponible en los lugares donde eventualmente se presentan estas sobredosis”, resaltó.
El comisionado dijo que este es un esfuerzo que tiene que pasar por el Legislativo, porque es una ley que tiene que cambiar “y al mismo tiempo, estamos haciendo el esfuerzo de conseguir de cierta cantidad de estos medicamentos para que estén disponibles, sobre todo en las ciudades del norte y noroeste del país, donde hemos detectado casos de consumo”.
Asimismo, dijo que, en lo que respecta a México, en este momento la pandemia de dependencia los narcóticos sigue siendo un problema de salud público menor, muy concentrado, y “estamos apuntando hacia todos los reflectores para resolver una situación”.
LP