Gerardo Fernández Noroña fue la segunda corcholata de Morena más beneficiada tras el proceso interno de la llamada 4T para definir a su precandidatura presidencial 2024, después de Claudia Sheinbaum.
A diferencia de Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Adán Augusto López, la presencia de Noroña, tanto en el escenario nacional como en la precampaña de Sheinbaum,es más notoria al sumarlo como su vocero.
En entrevista para MILENIO, Fernández Noroña reconoce que le faltó tiempo para posicionarse y quizá, llegar al primer lugar de las preferencias internas.
Además, asegura que la adhesión de ex priistas a la precampaña de Sheinbaum les suma, aunque reconoce los riesgos de estas medidas pragmáticas.
El diputado federal reflexiona sobre su participación en el proceso interno de Morena y sus denuncias contra Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad en el gobierno panista de Felipe Calderón, que al paso del tiempo, se confirmarían, prueba de ello es el proceso legal que enfrenta en Estados Unidos.
—En el proceso de septiembre que participó yo siento que quien más ganó fue usted porque con pocos recursos, sin tanta publicidad, pues acumuló un gran capital político. ¿Qué piensa? ¿Coincide con esta idea?—
Quien más ganó es Claudia porque va a ser la próxima presidenta de México (sic), ya me habría gustado a mí estar en esa condición, busqué ganar y me ganó Claudia y estoy apoyándola con todo.
Pero tienes razón en cuanto a qué fue sorpresa para muchos que yo tuviera el tercer lugar, la verdad es que me sorprende que se sorprendan porque yo vengo haciendo un trabajo de muchos años de recorrer el país y no se dan cuenta del pulso de las cosas con la gente.
La gente realmente quiere profundizar la cuarta transformación, siente que tiene un enorme cariño, un enorme respeto para el compañero Presidente, un reconocimiento, pero le gustaría que las cosas fueran más rápidas, no es un asunto de voluntades son muchos los problemas que se enfrentan, pero la gente tiene la impresión que una personalidad como la mía podría profundizar el proceso de esta revolución sin violencia.
Y si a eso le sumas el hecho de que han hecho una imagen de mí distorsionada, entonces había gente que esperaba que, al no haber yo ganado, fuera a dinamitar el proceso, que fuera reaccionar con una rabieta; había quien decía que yo era un ambicioso vulgar y descalificaciones clásicas que hay en este tipo de procesos.
Entonces también sorprendió a muchos mi integridad, mi compromiso con el movimiento, mi altura de miras, entonces todo eso ha dado como resultado que un crecimiento político, de persona, pues muy importante y además, pues yo mucho agradezco a la gente porque es producto del equipo de un trabajo colectivo y producto del apoyo del pueblo, sin ese no estaría donde estoy..
—¿Ha pensado qué faltó? ¿Cuáles áreas de oportunidad pudo mejorar? Para no quedar en el tercero, sino en el segundo o por qué no en el primer lugar en ese proceso—
Tiempo, tiempo. Si se hubiera resuelto la candidatura como originalmente se tenía previsto —hacia noviembre o diciembre— yo creo que hubiese ganado.
Los hubiera no existe —hay quien dice que es un tiempo pendejo (sic)— pero estoy convencido que así habría sido, pero es especulación. Si algo me faltó fue tiempo; dinero no necesitaba, la gente fue muy generosa.
Durante la época del proceso interno la gente fue impresionantemente generosa, el apoyo económico fue muy importante, no para sostener una campaña tradicional, pero sí para sostener la que yo hice: pagar hoteles y pagar comidas.
Además, el PT, vale la pena comentar, finalmente saldó todas las deudas que tenía conmigo (por el proceso interno de la 4T), tarde pero cumplidor, y dio el apoyo que se había comprometido de 5 millones de pesos.
—Hace un año me hablaba de las áreas de oportunidad que ve en el país. En este tiempo que estuvo haciendo recorridos por el país, ¿Cambió ese diagnóstico de país de lo que se requiere reforzar?—
No, no, porque yo he estado siempre en contacto con la gente, para mí no fue nuevo, no me encontré nada nuevo en los recorridos que hice durante el proceso interno porque yo venía recorriendo —no de 2018— yo he recorrido del país, no solo desde la primera vez que fui diputado en 2009 sino siempre lo he hecho, no me circunscrito a un solo territorio.
Yo empecé mi carrera política en el Estado de México y desde muy joven fui presidente del PRD —que hoy es una vergüenza lo que ese partido representa— y la verdad es que nunca me circunscribí sólo al Estado de México, siempre hice un esfuerzo por ir más allá, por tratar de construir una presencia nacional que se dio primero cuando fui dirigente de uno de los grupos deudores de la banca cuando la crisis del (19)94 y que se fortaleció después con la lucha contra la usurpación de (Felipe) Calderón —yo fui vocero del PRD en la campaña de 2006, luego fui participante de la resistencia civil y vocero del plantón del 2006—.
Luego fui diputado en el segundo trienio de la usurpación de Calderón y eso me dio una proyección importantísima a nivel nacional, en ese tiempo las redes no existían caso, entonces los medios me hacía pinole, hacian campañas de linchamiento brutales en mí contra.
Todo eso se fue yendo para atrás con la entrada de las redes y con que la justicia cojea, pero llega, ahora que metieron a la cárcel a (Genaro) García Luna, la gente pasó de decir que yo era una bestia peluda a decir ‘este hombre tenía razón’, ‘además le decía de frente cuando tenía todo el poder’.
Entonces empezó un proceso de reconocimiento. Han sido muchos los factores que han incidido pero yo lo sintetizaría en uno solo: siempre compromiso con el pueblo, siempre de la lado de las luchas de la gente y siempre actuando con honestidad y congruencia.
—Yo me acuerdo que subió una foto donde usted sale y atrás de usted está la cárcel donde hoy está el señor García Luna. ¿Qué sintió cuando se tomó esa foto ahí después de esto que plantea?—
Yo siempre supe que tenía razón, yo no me habría atrevido a decirle a García Luna lo que le dije sin estar consciente de que hablaba con verdad, habría sido una irresponsabilidad monumental sostener lo que yo sostenía sin tener la convicción.
La verdad es que yo he actuado, reitero, con principios, con compromiso, entonces aunque fueron épocas muy duras para mí la satisfacción era que yo sabía que estaba actuando de manera correcta.
Hoy, que todo mundo se da cuenta de que hablaba con verdad, es muy alentador, pero no cambia porque internamente siempre estuve satisfecho, a pesar de las campañas de odio, de linchamiento, de descalificación, en mi contra.
Es muy satisfactorio que tengas un reconocimiento público, pero he aprendido en tiempos muy difíciles a andar solo que la diferencia me compromete más, pero no me envanece.
—¿Nunca tuvo miedo?¿Nunca lo amenazaron?—
Miedo, ni modo que no, ni que fuera de hule, pero es una situación muy sencilla, como todo en la vida. Claro que te da miedo, claro que te da inseguridad, pero una vez que yo decido una línea de acción el miedo ya no existe, eso se queda a un lado.
Yo hago lo que tengo que hacer convencido de que lo tengo que hacer y punto y ya no pienso ninguna otra cosa que no sea llevar a cabo lo que he decidido, entonces no quiere decir que no tenga miedo, pero en el momento que estoy actuando efectivamente no tengo ningún temor.
O sea, no me preocupa absolutamente nada, lo cual no quiere decir que no esté consciente de los peligros. Yo sabía que estaba enfrentando a un asesino y a un tipo peligroso (García Luna).
La primera vez que en el pleno de la Cámara le grité a todo pulmón "eres un asesino" —que es una anécdota larga que no me detendré a contar— los del PRI me fueron a decir "estás loco, ¿cómo te atreves? ¿Cómo se te ocurre decirle asesino?" Yo les dije "pues es que es un asesino" "por eso, cabrón, cómo se te ocurre" y la verdad es que nunca recibí una amenaza de él.
Yo creo que a García Luna le pasó una cosa a una paradoja que es una aparente contradicción: yo creo que que tenía admiración hacia la firmeza y valor con que yo lo enfrentaba y por lo tanto nunca me amenazó, nunca es nunca, pero yo sabía que corría riesgos, o sea una cosa es que él no haya decidido pasar la línea pero pudo haberla pasado en cualquier momento.
Mi cobertura era plantarme tan claramente y de manera tan firme, esa ha sido siempre mi cobertura en la vida, el ponerme al frente de lo que creo sabiendo los riesgos que eso implica y bueno dejando en claro que si algo me pasa, pues todo mundo sabrá porque es, no van a decir que es el clima o la violencia que hay en el país
Esa ha sido la única protección que yo he tenido, pero esa es una protección ni segura ni gratuita, pues tienes que correr el riesgo, es como subir a una cuerda floja y te dicen que abajo hay una red de protección, pero te dicen nada más que puede funcionar y puede no funcionar.
Yo he decidido que la vida es una cuerda floja y que no puedes vivir acobardado, preocupado de que te vas a morir cuando la única certidumbre que tienes en la vida es que va a suceder.
Yo no quiero morirme, por supuesto, ni pretendo ser héroe, no nada de eso, es mucho más simple. Yo hago lo que creo que es correcto.
—Ahora que lo escucho me viene a la memoria esta frase atribuida a Bertolt Brecht: ‘los que luchan toda la vida son los imprescindibles’. ¿Suscribiría esa frase?—
Dicen que lo dijo él y no hay constancia de que haya sido, es muy bonita la frase. Yo tenía una hermanita que era una montaña de ser humano, María Fernanda Campa Uranga, era comunista, atea, generosísima, brutalmente valiente, casi temeraria. Yo le decía "qué chingona eres", ella me decía, "no sabes, cabrón, no me he muerto, hasta que no me muera no sabrás" y sí lo fue siempre, ya murió y era un gran ser humano.
Aplica para todos, hasta ahora he logrado ser consecuente y francamente espero morirme así, pero uno no lo sabe.
—¿Cuál va a ser su participación en la precampaña de Claudia Sheinbaum?—
(Hay) muy buena relación. Yo decidí reconocerlo desde un principio (el triunfo de Sheinbaum), salimos a una rueda de prensa, he sido siempre firme y solidario.
Eso no quiere decir que no tengamos de repente tensiones y diferencias, que las hemos tenido también y es natural que así sea, pero mantengo una buena relación con ella, la ayudo con toda convicción, creo que vamos muy bien, no hay que confiarnos.
Vamos a vivir en las próximas semanas una parte muy delicada, muy compleja, que es la definición de miles de candidaturas, particularmente de 500 a la Cámara de Diputados, 128 senadores, los 32 congresos estatales, los más de dos mil municipios del país, particularmente los más grandes.
Siempre es muy difícil y siempre existe un riesgo de ruptura, hasta ahora la hemos librado bien, tanto la nacional —la Presidencia, que no se veía fácil, y las nueve gubernaturas—; en esta semana se anuncian la mayoría de las precandidaturas al Senado, creo que vamos a seguir sin rompimientos.
A partir del año entrante, la derecha se va a venir con todo en la campaña sucia, o sea, Xóchitl Gálvez ya anunció que a ella ya la van a callar, que va a ser inteligencia artificial (usará vocería creada con esta tecnología), pero esa es la parte positiva, el que pongan una imagen de ella que no la que ella verdaderamente es… debería ser delito electoral que no te parezcas a tu propaganda, parece Angélica María.
Entonces es una farsa su campaña, pero esta es la parte positiva, porque ahora van a ir a hacer con la voz de Claudia, con la voz mía, con la voz del compañero Presidente, que digan cosas que no hemos dichos y van a tratar de engañar a la gente.
Aprovecho, hay una estafa donde hacen aparecer que el compañero Presidente está diciendo que pueden invertir en Pemex, lo cual es falso, están sacando a la gente de cinco mil, hay que localizarlos y meterlos a la cárcel.
—Algunos ex priistas anunciaron que apoyarán a Claudia Sheinbaum. ¿La suma de ex priistas, ex panistas, ex perredistas, le suma a ustedes o es un negativo?
Sí suman, eso lo vas a ver hasta el día de la elección. Tú tienes la decisión y piensas que sí suman. Un grupo que encabeza Eruviel Ávila hace un anuncio de suma, en apoyo a nuestra compañera Claudia Sheinbaum.
Dentro de nuestras filas, pues eso cae en algún sector como balde de agua fría porque dicen "son los mismos que nos madreaban y ahora vienen para acá, son chapulines y oportunistas", pero no podemos lograr dos tercios (del Congreso de la Unión) sin sumar, o sea, con lo que somos en este momento, que es un movimiento muy grande y muy poderoso, no alcanzamos los dos tercios, y se hace política con lo que se tiene no con lo que se quiere, pues tienes, sin ninguna confianza ciegas, pues sumas gente.
Hay que recordar que en 2018 el compañero Presidente sumó a sectores que era imposible verlos de este lado, a Germán Martínez, Gabriela Cuevas y Lilly Téllez. Algunos de ellos traicionaron, como Germán y Lilly, entonces son riesgos que se toman, pero uno no puede dejar de reconocer que en su momento ayudaron, acercaron a sectores que no habrían votado por nosotros si ese tipo de perfiles no hubieran estado de este lado.
El cálculo es que sí suman, hay algunos perfiles que nos parecen inaceptables, siempre nos reservamos el derecho de admisión, pero esas medidas pragmáticas, como se les llama, pues siempre tienen crítica. Son riesgos que se toman en política.
JLMR