Señalado como uno de los principales enlaces entre su abuela, la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, y la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador, el ex diputado René Fujiwara se identifica hoy como parte de la “cuarta transformación” pero, al mismo tiempo, marca su distancia con cualquier responsabilidad en el gobierno federal.
Es filósofo y politólogo, fan de la música alternativa, pero también practica habitualmente el buceo e intenta aprender a surfear, pues el mar representa para él uno de los mayores atractivos.
Interrogado sobre lo que a su juicio significó la reforma educativa impulsada por el ex presidente Enrique Peña Nieto, Fujiwara responde sin dudar: “¡Atropello!”.
¿Eres parte de la cuarta transformación?
Yo creo que sí, yo creo que todos los jóvenes tenemos que aspirar a ser parte de esta cuarta transformación; yo estaba comentado que los jóvenes son los que más flexibilidad tienen, los que el horizonte temporal les alcanza a ver más lejos, los que tienen menos miopía política y menos miopía social para ver el potencial que tiene este gran cambio que están haciendo.
¿De dónde te ves más cerca, del Ejecutivo o del Legislativo?
De ninguno de las dos, yo siento que tengo que estar cerca de la sociedad, creo que ahorita lo que urge mucho es ir cerrando la brecha que existe entre la política y lo social.
¿Percibes disposición de la clase política al cambio o, por el contrario, la ves anclada al pasado?
Evidentemente hay algunas personas que tienen ahí alguna resistencia de cambio; sin embargo, para mí, el cambio ya se dio; estamos viendo cosas que yo de verdad jamás, jamás pensé que iba a ver: tanta gente caminando, por ejemplo, en la Residencia Oficial de Los Pinos, el ver un presidente en funciones en aviones de uso comercial.
¿Te consideras un animal político?
Sí, definitivamente sí, yo creo que cuando Aristóteles utiliza ese término de animal político se refiere particularmente a que los hombres somos seres de sociedad, que no se pueden explicar sin sociedad; un ser humano que creciera solo en una isla, pues realmente tendría muy poco de ser humano.
¿Y qué haces cuando no te dedicas a la política?
A mí me encanta la naturaleza, intento estar muy cerca de la naturaleza, me encanta todo lo que tenga que ver con el mar, todos los deportes de esa naturaleza me gustan. Estoy intentando aprender a surfear, eso es algo que estoy apenas intentando agarrar; me gusta mucho ir a bucear, bucear es una de las cosas que más me encanta, porque siento que, una vez que estás allá abajo del agua, todos los problemas de la superficie desaparecen. Por un momento, todo lo que existe son los pececitos, los arrecifes, los colores diferentes, un universo distinto de colores y de formas distintas a las que se acostumbran en la superficie.
¿Tu playa favorita?
Balandra, en Baja California Sur, cerca de La Paz, es una de las playas más hermosas que he visto, no únicamente en México, sino en todo el mundo, creo que es excepcional; es una experiencia impresionante poder caminar cerca de 200, 300 metros dentro del agua y que el agua te siga llegando a las rodillas.
¿Qué música te gusta escuchar?
Pues la verdad yo me desactualicé mucho de la música, me sigue gustando mucho la que escuchaba cuando era adolescente y cuando estaba un poco más joven, me encantan las cosas alternativas, como, por ejemplo, en inglés, Smashing Pumpkins, Stone Temple Pilots. En español, por ejemplo, Zurdok me llegó a gustar bastante, varios grupos, pero sobre todo esa música alternativa de los años 90 y de los dosmiles.
¿Vicios?
Pues no muchos, la verdad no muchos, no me gusta tomar mucho, dejé de fumar hace mucho tiempo y la verdad, no, no me considero una persona de vicios.
¿La política no es un vicio?
No, en absoluto, la política es un privilegio, poder formar parte de las decisiones, el poder estar involucrando en la vida pública del país; la política es una forma de vida y un privilegio.
¿Quedaste lastimado tras tu paso y salida de Nueva Alianza?
No realmente, yo la verdad a estas alturas, y dada la forma en la que todo se desenvolvió los últimos meses, pues la verdad me siento hasta agradecido, yo creo que las circunstancias sí me obligaron a salir de ese partido en un momento dado, pero yo me siento agradecido.
¿Te atrae el sindicalismo?
La verdad, no, aunque me siento muy cercano a los trabajadores, particularmente a las maestras y maestros. Me siento muy cerca de los trabajadores, pero bastante alejado del sindicalismo mexicano.
¿Qué es lo primero que viene a tu mente al escuchar “reforma educativa”?
¡Atropello!