Para los LeBarón, la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador no les garantiza un cambio ni seguridad ni justicia por el asesinato de nueve de sus familiares, pero también son claros en que culparlo solo a él por ser el Presidente sería como buscar un chivo expiatorio, cuando lo que quieren es que castigue a los responsables para que esta masacre no se repita.
El mandatario cumplió ayer su promesa de ir a La Mora y dar sus condolencias personalmente, y ante los reclamos y la insistencia de que la versión en el sentido de que las víctimas fueron confundidas sirve a las autoridades para lavarse las manos, prometió justicia y la construcción de un memorial para las víctimas.
Entrevistado tras el encuentro con el mandatario, Julián LeBarón señaló: “No creo que haya un cambio con su visita, no va a haber un antes y un después. El Presidente no va a poder solo con este problema, las instituciones tienen décadas corrompiéndose y están podridas hasta la médula; el Poder Judicial no le da justicia a los mexicanos y las leyes no les sirven ni siquiera a los fiscales y a los soldados no les sirven para detener delincuentes. Creo que culpar al Presidente o hacerlo directamente a él responsable es solo buscar un chivo expiatorio, porque todos somos culpables de este desastre.
“Hemos exigido desde el primer día que detengan a todos (los responsables de la masacre), porque siguen ahí afuera y esto se puede repetir. Lo verdaderamente escandaloso es que haya pequeños ejércitos de gente armada y a los ciudadanos solo les quede decir ‘ahí van los malos’ y que nadie haga algo”.
También acusó que, por los altos niveles de violencia, sus comunidades se están convirtiendo en pueblos fantasma, mientras las autoridades son omisas y hasta están involucradas en los ataques, como el ex director de Seguridad de Janos.
“Él está acusado de haber participado directamente en la masacre y aquí el punto central es que tienen un monopolio en el uso de las armas locales, se pasean en automóviles pagados por el pueblo, tienen autorizado usar armas, mandan a quienes las tienen; ¿qué pasa con los policías que voltean las armas hacia la comunidad y asesinan a mujeres y niños? Literalmente, el problema es de ese tamaño en nuestro país.
“Hay omisión por parte de las autoridades estatales, porque se pasean caravanas de asesinos y dicen ‘eso, que se maten entre ellos’. Pues mira las consecuencias de que se maten entre ellos, aquí está a la vista de todos lo que pasa cuando permitimos que ellos se laven las manos diciendo que fue una equivocación. Imagínense, nos hablan de una equivocación, (pero) los vamos a llevar al sitio para que vean el cerro de donde podrían haberla visto (a Rhonita LeBarón) salir de su casa con un lente; hay un video en donde dicen ‘uno está vivo’, refiriéndose a los niños, y luego dicen ‘quémelos’. ¿Esa es una equivocación? Yo quisiera que me expliquen cómo”.
En tanto, Adrián LeBarón dijo que no cesarán en la lucha hasta que tengan justicia sin importar lo que impliquen las consecuencias, aunque fue claro al señalar que no se trata de una guerra contra el gobierno, sino de una lucha por la paz que todos los ciudadanos buscan.
“Esto que estamos haciendo con la masacre de mi hija es la excepción de la regla, porque la regla es agachar las orejas y abandonar el changarro, pero no, nosotros estamos en lucha y somos la excepción de la guerra”.
Más tarde, al visitar el lugar donde murieron su familiares, Adrián levantó el enorme plástico negro que cubre las cenizas que quedaron en el lugar donde fueron calcinados su hija Rhonita y sus cuatro nietos. Violó la escena del crimen y no le importó. Tomó un puño y las ofreció a todos los mexicanos para que se unan para poner un alto a la violencia.
“Esto es lo que yo le ofrezco a México, las cenizas de mi hija, que se vayan al aire y que se vayan a todo México para que reclamen todos los mexicanos esta masacre. Aquí acribillaron a mi hija, acribillaron a cuatro de mis nietos decenas de sicarios, y quiero que México me ayude, que pongamos si es posible un jaque mate, metafóricamente hablando, a todas las autoridades que nos han fallado”, dijo Adrián.
En el acto posterior al encuentro, Margarita Langford fue la encargada de hablar en nombre de la familia. Ella es esposa de David, quien a su vez también es esposo de Dawna, una de las asesinadas.
“Tenemos los corazones quebrados, derrotados por culpa de la delincuencia. No entiendo cómo puede seguir muriendo tanta gente en un país tan lindo, con tan buena gente y tanta riqueza. Amo este país y me duele hasta el alma pensar no poder vivir aquí. Esta masacre nos ha dejado perdidos y destrozados, y le pido a Dios que no sea lo que defina el destino de nuestra comunidad”, expresó.
“Estoy comprometido”
En su intervención, el presidente López Obrador dijo que su visita era para solidarizarse con los familiares de las mujeres y los niños que perdieron la vida en “esta tragedia lamentable del año pasado”, y para garantizar que habrá justicia y no solo porque se trate de ciudadanos estadunidenses, sino porque esa es la convicción de su gobierno.
“Quisiera yo, como Presidente de México, ante los problemas graves de inseguridad y de violencia, estar con todos los familiares de víctimas, todos los que sufren en México por la inseguridad y por la violencia. No lo puedo hacer en todos los casos, pero trato de estar lo más que puedo con familiares de víctimas; estoy ocupado, comprometido, me aplico en que las cosas mejoren en nuestro país, no con palabras, sino con hechos.
“En este caso se iniciaron las investigaciones, se actuó desde los primeros días. Hay información que no podemos revelar por el debido proceso que se sigue en estos casos, pero se está avanzando y va a haber justicia, no solo porque este es un asunto que afectó a familias mexicanas y estadunidenses, o porque se dio aquí en la frontera, es una convicción nuestra hacer valer la justicia en todos lados, la fraternidad universal”, añadió el mandatario.
López Obrador informó que acordaron reunirse en dos meses en Ciudad de México o en Hermosillo y que él regresará en máximo seis meses para ofrecer un plan de desarrollo focalizado para esas comunidades, además de la idea de hacer un memorial “donde sucedieron estos hechos lamentables y dolorosos, en reconocimiento de la memoria de las víctimas, de las mujeres y de los niños.
“Y que le hagamos también un reconocimiento especial a los que, desde los primeros momentos, a pesar del peligro, decidieron ir al rescate de las víctimas, familiares y también, por ejemplo, el doctor de Bavispe, entre otros, para que exaltemos esto, la verdadera solidaridad, el que está dispuesto a dar la vida por otro, el que lleva a la práctica el amor al prójimo”, señaló el Presidente.