El gobierno de México planea realizar un censo de niños, niñas y adolescentes que viven en situación de calle en las 32 entidades del país.
El proyecto tiene como objetivo tener información suficiente y detallada que permita identificar los principales asentamientos de esta población y de esta manera conocer la situación que guardan sus derechos y protegerlos de riesgos.
Derechos humanos y protección integral
Además, el censo contempla empezar a registrar en conjunto con autoridades locales el nacimiento de menores en situación de calle para brindarles atención en conjunto con organizaciones de la sociedad civil.
“Elaborar un padrón de niñas, niños y adolescentes en situación de calle por entidad federativa, con información suficiente y detallada que permita identificar los principales asentamientos donde se encuentran y la situación que guardan sus derechos”, señala el proyecto.
A la par, se revisarán las condiciones de vida de este grupo de población para garantizar su acceso a servicios básicos y de salud. En este sentido, se implementarán medidas para eliminar cualquier barrera estructural que impida la atención en salud a los menores en situación de calle.
“Implementar medidas que contribuyan a garantizar el acceso a los servicios de salud integrales para todas las niñas, niños y adolescentes en situación de calle, eliminando cualquier tipo de barrera estructural que les impida su atención”, señala.
Y es que con los asentamientos ya ubicados, se planea promover la disponibilidad de agua potable en espacios públicos y el otorgamiento de apoyos alimentarios.
E incluso, se contempla acercar a estos puntos servicios de salud mental, así como de prevención y atención de adicciones “garantizando que estos se encuentren libres de estigmatización y respeten la autonomía y voluntad de las personas”.
Incorporación educativa
También, se buscará como prioridad la incorporación y permanencia de estos menores al sistema educativo.
Finalmente, se establecerán medidas de protección contra todas formas de discriminación, violencia, explotación sexual y laboral.
De acuerdo con el gobierno federal, las personas en situación de calle son menores de 18 años que no tienen hogar y que rompieron vínculos familiares debido a la inestabilidad en sus familias, algunos fueron abandonados y en otros ellos decidieron irse.
Es decir, comen, duermen, trabajan, hacen amistades y juegan en la calle “no tienen otra alternativa que luchar en soledad por sus vidas”.
Según datos oficiales, cuatro de cada diez niñas y niños que viven en situación de calle caen en las adicciones con diferentes estupefacientes y en manos de la delincuencia; además, la estadística señala que la esperanza de vida se reduce a 22 o 25 años por daño físico a su salud.
Además, vivir en esta condición les priva de estudiar y relacionarse con otras niñas y niños, de mostrar sus capacidades y realizar actividades donde se incluyan en la sociedad.
JCC