El segundo piso de la autopista México-Puebla será intervenido para resolver distintas problemáticas que han afectado a los automovilistas desde su construcción y que, a la fecha continúan sin ser atendidas, reveló el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
El titular del Ejecutivo aseguró que su gobierno trabajará de la mano con el gobierno federal, a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SCT), para desarrollar tres proyectos importantes que mejorarán la movilidad hacia el sureste del país.
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Uno de ellos es la ampliación de la caseta de peaje en el municipio de Amozoc, anunciada la semana pasada por el titular de la SICT, Jorge Nuño Lara, así como la extensión a cuatro carriles de la autopista México-Puebla-Veracruz.
No obstante, destapó que el tercero es la intervención del puente elevado de la autopista, al cual calificó como "una obra mal planeada" porque significó un retroceso en el mejoramiento de la movilidad.
La idea es resolver los "cuellos de botella" que se forman en los accesos y en las salidas del segundo piso, ya que entre ambos sentidos se reducen de cuatro a dos carriles, lo que vuelve complicada la circulación del transporte privado, público y de carga.
Céspedes adelantó que las obras concluirán en el 2024 y también se contempla la remodelación de los carriles, la ampliación de los accesos al segundo piso y la colocación de señalética, pues es escasa.
Asimismo, ventiló que existe una propuesta para que el bajo puente de la autopista México-Puebla vuelva a convertirse en jurisdicción federal, ya que a raíz de la construcción del segundo piso este tramo se adhirió al gobierno estatal, lo que incluyen las obras de mantenimiento sin beneficios a cambio.
AAC