El gobernador de California, Gavin Newsom, expandió el lunes una emergencia por sequía a una gran franja del estado más poblado de la nación mientras buscaba más de 6 mil millones de dólares en gastos de agua de varios años, ya que uno de los manantiales más cálidos y secos de los que se tiene registro amenaza con otra temporada de incendios forestales severos en el oeste del país.
El gobernador demócrata dijo que está actuando en medio de una "aguda escasez de suministro de agua" en las partes norte y central de California y pidió nuevamente la conservación de agua voluntaria. Sin embargo, el estado está en una forma relativamente mejor que cuando terminó la sequía de los últimos cinco años en 2017, dijo, ya que los buenos hábitos han llevado a una reducción del 16% en el uso de agua.
Su declaración de emergencia ahora incluye 41 de 58 condados, que cubren el 30% de los casi 40 millones de habitantes de California, y dijo que es probable que se produzca una mayor expansión a medida que las condiciones empeoren.
El Monitor de sequía de los Estados Unidos muestra que la mayor parte del estado y el oeste del país están en una sequía extensa solo unos años después de que California emergiera de la última y dura sequía de varios años.
"Estamos mirando lo que podría ser un verano y un otoño desastrosos, con la posibilidad de que las comunidades se queden sin agua e incendios", dijo el representante demócrata de los Estados Unidos, Jim Costa, quien acompañó a Newsom al anuncio hecho ante un embalse del Valle Central con un anillo de bañera profunda de tierra seca rodeada de hierba parda.
Los funcionarios temen que una primavera extraordinariamente seca presagie una temporada de incendios forestales como el año pasado, cuando las llamas quemaron un récord de 16.996 kilómetros cuadrados.
mg