La reunión que el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo el sábado pasado en Casa Aguayo con el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, tuvo "alto contenido político" pero también sirvió para evaluar el funcionamiento de los programas sociales federales en el estado y ratificar la coordinación de seguridad pública entre la Sedena, la Guardia Nacional y la Policía Estatal.
Así lo dio a conocer el propio gobernador en su habitual videoconferencia del lunes, en la que se dijo distinguido por la presencia del presidencial en su oficina, donde tuvo la oportunidad de tener "un diálogo sereno, tranquilo, largo".
"Hablamos de todos los temas poblanos y todos los temas de colaboración entre el gobierno federal y el estatal, la realidad poblana, lo que hoy está pasando en el estado, yo me siento muy honrado, satisfecho y motivado por la presencia del presidente de la República".
El mandatario de extracción morenista afirmó que el encuentro con López Obrador le fue "muy satisfactorio" y "muy especial" porque ha sido un seguidor de su "lucha" durante más de 20 años.
Barbosa reconoció que ambos trataron el tema de la seguridad pública en Puebla y cómo se pueden resolver situaciones como las que acontecieron en Atlixco y Ciudad Serdán, donde 15 personas perdieron la vida por supuestos ajustes de cuentas entre bandas dedicadas al narcomenudeo.
Destacó que él y López Obrador acordaron continuar la coordinación de seguridad pública entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional y la Policía Estatal, a fin de evitar distintas actividades criminales en Puebla y que afectan a la sociedad en general.
AFM