Autoridades estatales encabezadas por el gobernador Miguel Barbosa Huerta conmemoraron en Puebla el 102 aniversario luctuoso de Emiliano Zapata Salazar, líder revolucionario que destacó por la implementación del Plan de Ayala, con el que desconoce a Francisco I. Madero como presidente de México y comienza a repartir la tierra a los campesinos.
Desde el Paseo Bravo, donde se erige un monumento en honor al "Caudillo del Sur", quien murió el 10 de abril de 1919, el director General de Tenencia de la Tierra y Población, Lorenzo Martínez Benítez, destacó que Puebla fue un bastión importante para los proyectos que el revolucionario encabezó en la zona centro del país.
Según dijo, muestra de ello es que el Plan de Ayala fue preparado en la comunidad de Ayoxuxtla, en Huehuetlán El Chico, en conjunción con el maestro poblano Otilio Montaño.
Sin embargo, Martínez Benítez manifestó que Emiliano Zapata logró recorrer todo el estado para promover los ideales de "Reforma, Libertad, Justicia y Ley", ya que se acuarteló en sitios como Acajete, Acatzingo, Quecholac, Tepeaca, Teziutlán, Chignautla, Atempan, Hueyapan, Yaonáhuac, Teteles, Tlatlauquitepec y Zaragoza.
Pero también logró hacerlo en Puebla capital, Ciudad Serdán, Atzitzintla, Cañada Morelos, Tlachichuca, Chilchotla, Quimixtlán, Chiautla, Tepeaca, Tecamachalco, Tehuacán, Huehuetlán, Huehuetlán El Grande, Xochiltepec, San Miguel Xoxtla, San Martín Texmelucan, Huejotzingo, San Gabriel Chilac, San Felipe Teotlalcingo y Santa Rita Tlahuapan.
El funcionario también recordó que el 30 de abril de 1912, Zapata emprendió en Puebla la primera restitución de tierras, aguas y montes en beneficio de campesinos de Ixcamilpa de Guerrero.
Fue a que lo mataran para vencer a sus enemigos: Barbosa
Por su parte, el gobernador Miguel Barbosa comentó que Emiliano Zapata fue una persona apegada a la lucha agraria y que en ningún momento se corrompió por la ambición de poder, como sucedió con otros líderes de la Revolución Mexicana.
Mencionó que a su parecer el propio Zapata sabía que en el encuentro en Chinameca, Morelos, con el general Jesús Guajardo iba a representar su muerte, pero al mismo tiempo, la victoria sobre sus enemigos.
"Es una convicción mía, no la pongan como atribución de una historia oficial porque no va a ser así, fue a que lo mataran para vencer a sus enemigos, esa es la consagración de Zapata".
Añadió que la muerte de Zapata sirve para reflexionar sobre dos temas: "la lealtad y la traición, ¿lealtad a quién? Lealtad a los principios, lealtad a las convicciones, lealtad a las causas que es la lealtad que merece la historia de nuestro país [...] Los traidores hoy son los corruptos, los que abusan del poder, los que se coluden con los intereses, con los privilegiados, ellos son los traidores".
mpl