El covid-19 no es una enfermedad con la que se tenga que lidiar únicamente mientras se padece, pues la presencia de secuelas es un concepto que comienza a notarse entre los pacientes recuperados en los hospitales de la Secretaría de Salud de Puebla, reconoció el director de Salud Pública y Vigilancia Epidemiológica, José Fernando Huerta Romano.
En conferencia de prensa, el funcionario fue cuestionado sobre los mitos y realidades que la enfermedad deja a su paso y compartió que entre los estragos más comúnes están los daños al pulmón, al hígado, a nivel neurológico, al sistema circulatorio, problemas cardiovasculares, así como episodios de ansiedad y depresión.
De acuerdo con el epidemiólogo, el coronavirus deja cicatrices en los pulmones, pero los pacientes que estuvieron graves han llegado a desarrollar fibrosis; en ambos casos, "obligan a la dependencia de oxígeno, incluso de por vida".
Asimismo, puede haber complicaciones cardiovasculares, tales como arritmia cardiaca, trastornos de la coagulación sanguínea e insuficiencia cardíaca, "que se va haciendo crónica con el paso del tiempo".
También puede haber secuelas a nivel de hígado, como hepatitis o alteraciones en la función hepática "que pueden tardar en recuperarse semanas o meses"; no obstante, a nivel neurológico pueden aparecer crisis convulsivas, lesiones cerebrales y hasta insuficiencia renal.
Aunado a la situación, Huerta Romano precisó que los pacientes ambulatorios llegan a presentar depresión y ansiedad, por lo que la SSA comenzó a generar grupos de apoyo psicológico para ayudarlos a recuperarse.
Cabe señalar que al corte de este 12 de agosto, en Puebla van 24 mil 824 casos acumulados de covid-19, de los cuales, 3 mil 73 han muerto y mil 326 más son pacientes activos.
mpl