Las tres embarcaciones que la administración de Antonio Gali Fayad adquirió para el saneamiento de la presa de Valsequillo no solucionarán la contaminación en el cuerpo de agua, por lo que se mantiene en análisis la posibilidad de llevarlos a otros puntos del estado en donde sí sean útiles, aunque no hay fecha para ello por las pólizas de seguros que les fueron Impuestas.
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Así lo señaló Beatriz Manrique Guevara, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot) estatal, quien sostuvo que los tres navíos no van a mejorar la calidad del agua de la presa más grande de Puebla, dado que son muy pequeños "y es una medida cortita para lo que se requiere".
Aunque reconoció que los barquitos sí cumplen la función de hiperoxidación del agua, esa medida no será suficiente para resolver la contaminación en Valsequillo, por lo que las 710 horas de servicio que han tenido durante el año se han limitado a acciones de limpieza en la ribera, así como dispersión de olores y mosquitos.
"Eso es lo que estamos logrando en este momento con los barquitos pero en este momento no podemos hablar de que sea una acción integral de saneamiento ni tampoco como se dijo en su momento que sacaran sus trajes de baño porque iban a poder nadar en Valsequillo".
La funcionaria reveló que la Smadsot sigue analizando llevar las embarcaciones a tres puntos distintos: Chignahuapan, que es el único donde ya se comprobó que sería viable, además de la laguna de Epatlán y la presa de Necaxa, aunque los dos últimos aún no se ha definido.
Manrique explicó que lo anterior se debe a las pólizas de seguros que fueron contratadas para los barcos, proporcionales a los 210 millones de pesos que se destinaron para su compra, lo que se convierte en una carga importante para las finanzas estatales.
Fue en noviembre de 2018 cuando el entonces gobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad, aprobó la compra de tres embarcaciones modelo Scavenger 2000, con la intención de limpiarla en su totalidad en un plazo no mayor a seis meses para convertirlo en un espacio de actividades recreativas; no obstante, la estrategia fracasó.
AAC