Con ayuda de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el gobierno del Estado de México blindará sus contrataciones públicas y cerrará el paso a la corrupción con buenas prácticas y una nueva cultura de integridad que permita tomar las mejores decisiones y cuidar el erario público en una entidad que maneja más de 300 mil millones de pesos al año.
Jacobo Pastor García Villareal, Especialista Senior en Políticas de Integridad y Compras Públicas de la OCDE, consideró que la corrupción no es un tema cultural sino de oportunidad que se puede mitigar con políticas adecuadas, sobre todo en contratación pública, concesiones, trámites y actividades donde hay interacción entre el sector privado, los ciudadanos y el sector público.
- Te recomendamos Ratificación de T-MEC, benéfico para Edomex: Del Mazo Gobierno
En entrevista con MILENIO Estado de México, reconoció los avances de la entidad sobre otras regiones del país, pero también una serie de oportunidades para mejorar a través de la implementación de convenios macro, uso de datos, contratos abiertos y el desarrollo digital.
Firma del acuerdo
Para ello firmaron un acuerdo con la OCDE en enero de 2018, el cual ha permitido diagnosticar a la entidad de manera directa, capacitar a los funcionarios y entregarles una serie de recomendaciones en el verano, con garantía de acompañamiento para dar seguimiento y verificar su correcta aplicación.
Para hacer este diagnóstico han llevado a cabo entrevistas cara a cara con los responsables del área de diferentes organismos, así como un Taller de Buenas Prácticas en Contrataciones Públicas donde revisaron temas relacionados con la investigación inteligente de mercado de suministro, el diseño de criterios de adjudicación e implementación de contrataciones abiertas.
Esto, tomando en cuenta que la contratación pública es una herramienta clave para obtener un crecimiento inteligente, sostenible e integrador de la economía de los países, además de garantizar la racionalidad de los fondos públicos.
Adquisiciones
El objetivo es mejorar las compras, se hagan con transparencia, estén bajo las mejores prácticas internacionales, con una metodología específica y probada en varias naciones, las cuales van a permitir comprar con eficiencia y eficacia.
La OCDE ha trabajo temas similares con otras entidades del país, como son Nuevo León y la Ciudad de México, así como con diversas dependencias federales como es el IMSS, Pemex, entre otras.
Jacobo Pastor García dijo que aun cuando están en un proceso de análisis de la información, ya están formulando algunas hipótesis y recomendaciones que le serán de mucha utilidad al gobierno mexiquense que impactarán de manera directa a actores externos como son los proveedores, las cámaras empresariales y organismos de la sociedad civil con quienes se tiene contacto.
El taller impartido fue con el objetivo de facilitar el cambio y capacitar a los funcionarios en buenas prácticas de contratación pública, para lo cual estudiaron temas de análisis de mercado, con criterios de adjudicación de los contratos y con contrataciones abiertas, a través de pares expertos, es decir funcionarios de contratación de otros países miembros de la OCDE donde tenían problemas muy similares.
El punto fue ver cómo se solucionaron esos temas y para ello tuvieron expertos como Constanza Caputi y Masayuki Omote; Lars Ohse, jefe de la Central de Compras del Estado Federal de Schkeeswing-Holstein de Alemania, así como Nicolpas Penagos, administrador Senior del Programa para América Latina, Alianza para las Contrataciones Públicas.
Entre las buenas prácticas que han funcionado en varios países del mundo están los contratos macro que la ley estatal todavía no contempla, aunque si se utiliza a nivel federal y en algunos estados como Nuevo León ya que permite simplificar los procesos, establece condiciones con las cuales un gobierno va a contratar servicios o productos.
En estos casos no se necesita hacer un contrato por cada servicio, sino uno general, al cual se van sumando otros proveedores sin necesidad de hacer nuevas licitaciones públicas por cada compra, lo cual ahorra tiempo, simplifica los procesos y permite a las autoridades contratantes responder más rápidamente a las necesidades de los usuarios.
Otro tema fundamental es el uso de datos para las contrataciones públicas donde se tenga acceso a la información sistematizada, de manera actualizada, sin tener que esperar se procesen los datos, pues se tendría a la mano todo lo estratégico para la toma de decisiones de manera oportuna.
“Si reconocemos que la contratación pública es estratégica y me puede ayudar a cumplir mis objetivos entonces necesito datos para estar evaluando si voy bien, y para ello se necesita información sistematizada porque si bien hay un gran nivel de acceso a la información su proceso puede retrasar la toma de decisiones” añadió.
Un tercer elemento son algunas plataformas de contratación electrónica, que actualmente son meramente informativas y no permiten las transacciones, cuando en realidad las facilitan, pues tienen muchas virtudes durante todo el proceso porque los proveedores no tienen que desplazarse a un sitio en específico, lo cual permite abrir el mercado, genera mayor competencia, permite a gobierno acceder a mayor oferta, potencialmente a mejores productos y servicios y con ello a mejores precios.
Se reduce el contacto entre los funcionarios y las empresas por lo cual se mitiga el riesgo de alguna irregularidad no solo entre el gobierno y el sector privado, sino entre el sector privado, donde está latente la posibilidad de colusión, para repartirse el mercado.
Con este servicio las juntas de aclaración se hacen de manera electrónica y muchos otros pasos sin que se puedan comunicar entre si los ofertantes, con la reducción de plazos que ello conlleva.
El cuarto elementos es la capacitación especializada de los funcionarios encargados de la contratación, que deben estar presentes incluso en entidades como la mexiquense, donde hay avances en diversos renglones, como es en la conformación de sus comités y códigos de ética; en control interno donde comúnmente los estados son muy débiles; tienen una mayor convocatoria y trabajo coordinado en el Sistema Anticorrupción, como piedra angular de todo el trabajo.
El funcionario de la OCDE resaltó la importancia de crear una cultura de integridad, que no se base sólo en normas y reglamentos, porque estos no pueden suplir los principios y valores del servicio público, porque no pueden anticipar todas las situaciones posibles, por lo cual el funcionario debe estar preparado para en un momento dado hacer una reflexión, aplicará los valores que rigen al servicio público y tomar las mejores decisiones cuando esté ante un dilema, un problema o un conflicto de interés.
LC