Tras denunciar una serie de inconsistencias del ayuntamiento panista anterior, el municipio de Cadereyta rechazó estar en contra de la asociación de Alternativas Pacíficas y, al contrario, abrió las puertas para que colabore en favor de la protección a la mujer.
Carlos Rodríguez, secretario de ayuntamiento, acompañado de funcionarias y regidoras del municipio, aseguró en rueda de prensa que la administración anterior que encabezaba Jesús Preciado, junto a la ex directora de InMujeres del municipio, Diana Luz Buenfil, mamá del actual diputado Eduardo Leal Buenfil, presentó un proyecto de un Centro de Justicia para las Mujeres en 2018.
- Te recomendamos Desechan tercer intento de amparo a Manuel González Política
Sin embargo, el 25 de octubre del 2018, cinco días antes de terminar la administración panista, en sesión de Cabildo, el presidente de la Comisión, Eduardo Leal, padre del diputado albiazul —antes regidor de Cadereyta—, planteó un espacio físico diferente al originalmente proyectado.
“En el proyecto inicial que fue inscrito ese Centro de Justicia para las Mujeres, en la sesión de Cabildo lo mencionan, que le entreguen todas las instalaciones a Alternativas Pacíficas, pero lo que nos llama la atención es que en el convenio final se les pide —a cinco días de terminar la administración panista— otorgar solo un espacio, entonces, creo que ahí hay alguna incongruencia.
“Aquí lo que queremos recibir es el proyecto Puerta Violeta, queremos que estén dentro del espacio que les fue otorgado en el convenio y que sí los necesitamos”, señaló Rodríguez.
Narró que el 4 de septiembre Mauro Guerra, dirigente estatal del PAN y Diana Buenfil, ex directora del InMujeres de Cadereyta, acudieron al municipio para pedir echar andar el espacio.
Afirmó que al hablar con Rosario Pacheco y Marcela Urbano de Alternativas Pacíficas no estaban interesadas en el espacio que el municipio les proporcionaba, pero quedó abierto que instalen el proyecto.
Por su parte, Yaneth Pérez Garza, contraloría municipal, descartó que hayan desalojado a miembros de la AC, ya que ésta intentó empezar a operar cuando aún no se inauguraba oficialmente el Centro de Justicia para las Mujeres.