La nueva realidad creada por el gobierno federal en torno a la noche de Iguala, hizo lo impensable: unió a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa y familiares del matrimonio Abarca-Pineda, quienes exigieron la liberación de María de los Ángeles Pineda y José Luis Abarca, al considerar que ellos no son responsables de la desaparición de los estudiantes.
Las consignas “¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, “¡Libertad, Liberta, familia Abarca Libertad!”, recorrieron las calles del centro de Iguala y demandaron al gobierno se castigue a los creadores de la llamada “verdad histórica” el entonces procurador General de la República, Jesús Murillo Karam y el ex titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio.
El mitin partió del Centro Joyero de Iguala, hasta ese punto se dieron cita miles de personas vestidas de blanco, otras con playeras y gorras con la leyenda “Abarca Inocente”. También llegaron hasta el punto unos caballos que pertenecieron al cantante Joan Sebastián y acompañaron la retaguardia de la movilización.
En la vanguardia, la madre de José Luis Abarca, Esther Velázquez, y su hija, Yazareth, se unieron a José Luis Rodriguez Bello y Francisco Rodríguez, hermano y padre, respectivamente, del normalistas, Everardo Rodríguez y a Celso García Aristeo, padre del desaparecido, Abel García.
Los padres de los dos movimientos cargaron una lona que mostraba la convergencia de sus pasos: “verdad de los Abarca. José Luis Abarca, inocente”, “Marcha por la Justicia. Vivos se los llevaron. Nos faltan 43”.
Luego de avanzar por más de dos kilómetros, inició el mitin que fue abierto por la señora Esther Velázquez, quien comentó que el estado de su hijo se ha ido deteriorando en prisión, por lo que demando a las autoridades y al presidente López Obrador se haga justicia pronto.
“Gracias a los padres de los normalistas por acompañarnos, mi familia y yo. También estamos en su lucha. Gracias, señores, que vienen de lejos. Mi hijo estará viendo toda la gente que lo apoya. Él los está viendo y les está agradeciendo desde dónde está”, dijo.
Enseguida, su hija, Yazareth, reconoció la presencia de algunos padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa y dejó claro que sus padres no estuvieron involucrados en la noche de Iguala.
Aseguró que han pasado ocho años de silencio y de injusticia, al tiempo en que confió en que las nuevas líneas de investigación emprendidas por el gobierno federal esclarecerán que sus padres no participaron en la desaparición de los estudiantes de la normal rural.
El empresario Pedro Segura, quien ha apoyado a los padres de los normalistas presentes, confió en que el matrimonio Abarca-Pineda salga pronto de prisión.
Asimismo, acusó al abogado de los normalistas, Vidulfo Rosales, de beneficiarse “económicamente de la tragedia” y de ser uno de “los más interesados en que no se conozcan los hechos”.
“Vidulfo Rosales, el llamado abogado de los 43, no quiere que se aclare lo que ocurrió aquella noche, para seguir recibiendo beneficios económicos del gobierno y lucrar con la tragedia”, arengó, al tiempo que los padres de los normalistas presentes asintieron.
A1 es Ángel Aguirre: abogado de los Abarca
En representación de los padres de los estudiantes, Francisco Rodríguez, arrancó su intervención enfatizando que “Ya basta de tantas mentiras, con todo respeto, José Luis Abarca no es el culpable”.
Indicó que, de acuerdo con su experiencia como policía municipal, la clave A1, que según las pesquisas presentadas por el gobierno federal fue la persona que dio la orden de matar a los alumnos, no correspondía a Abarca, sino “ a uno de más arriba”.
Rodríguez cerró su participación arengándo: “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos…arriba José Luis, él es libre”.
En entrevista con MILENIO, el abogado del matrimonio Abarca-Pineda, Alejandro Rojas, aseguró que la clave corresponde al entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero.
“A1 se fueron con la confusión del apellido de Abarca, pero no es Abarca A1 es el gobernador de acuerdo de los códigos de la policía de Guerrero. A5 es José Luis Abarca aquí hay una confusión y se malinterpretó A1”.
Por ello, confió en que en las próximas semanas salgan libres sus representados.
“No hay ninguna prueba que involucre ni a María de los Ángeles ni a José Luis Abarca con la desaparición de los estudiantes”, adelantó.
JLMR