El Secretario del Ayuntamiento, Sergio Lara Galván, se dice fanático de la música heavy metal y un amante de las carnes asadas. Es un lector constante de libros políticos y de problemáticas sociales, estando entre sus favoritos autores como Luis Spota o el mismo Rius.
Incursionó en la política hace más de 20 años y recientemente estuvo en la posición más ambicionada por cualquier político en la ciudad: la de presidente municipal.
¿Quién es Sergio Lara más allá del abogado y funcionario público?
Soy un ciudadano muy interesado en su comunidad. Me considero más que político una persona más pues al final del día soy torreonense a más no poder. He recorrido mi ciudad desde muy chico cuando era muy vago. Me subí a los camiones a escondidas de mis papás y a veces nos daban sustos porque cortaban el recorrido.
¿Qué disfruta hacer en sus tiempos libres?
Disfruto mucho estar con mi familia. Tenemos dos hijos y una ya está casada por lo que tengo dos nietas.
¿Algo de canto o cocina?
Canto horrible, pero me gusta hacer carne como buen lagunero. Tuve la oportunidad de trabajar como mesero y jefe de meseros, pero cada fin de semana quieran o no quieran aquí se asa carne.
Me gusta la música, pero me he ido alejando. Se van a reír, pero yo soy heavy metal de los ochentas y actualmente como ya estoy viejito ando escuchando Matute y otras cosas. Me acuerdo que de niño salía de viaje con mis papás y mi papá ponía la misma música siempre. Yo le reclamaba que le cambiara y ahora me dicen lo mismo mis hijos.
Me gusta mucho caminar y conversar con amistades de muchos temas, aunque siempre caemos en la política.
¿Cómo fue su inicio en la política?
Desde muy pequeño escuchaba a mi padre que era un gran orador, aunque no trabajaba para el gobierno, no era ajeno a eso y las charlas de la mesa tenían que ver mucho con estos temas.
Me interesó la política porque tuve acceso a leer ciertos libros que permitieron tener una imagen más amplia de nuestro país y como buen joven eres rebelde y tienes iniciativas.
Me tocó vivir los setenta y ochenta en que había un gobierno disfrazado de dictadura que no tomaba en cuenta a la ciudadanía. A los 18 años ingresé a la Facultad de Derecho y me hice jefe de grupo.
Dejé de estudiar porque fui papá muy joven, pero me reincorporé unos años después en la Ibero Torreón.
No estuve alejado en ese ínter de saber cómo estaban las cosas y me tocó en aquella época la renuncia de un alcalde. Ahí es cuando me invitan a participar en la campaña de Jorge Zermeño. Esas épocas eran heroicas porque no tenían ningún recurso para andar en campaña y me agradó mucho la convicción de los integrantes de Acción Nacional, me incorporo al partido y coincide cuando terminé mi carrera.
Recién egresado me invitan a participar en el gobierno y no acepté, pero a la tercera vez dijeron que me iban hacer un horario para no dejar mi otro trabajo. Luego me ascienden a Jefe de Servicios Especiales de Vigilancia.
Guillermo Anaya cuando gana la alcaldía también me invita a trabajar en Seguridad Pública como Director Administrativo y posteriormente renunció para irme de precandidato a regidor con Jesús de León, pero perdimos la interna con José Ángel Pérez y después me invitaron a la Profeco del Gobierno Federal.
En 2007 me llaman a la Policía Municipal de Lerdo y fue cuando empezó la época de la inseguridad tan terrible que vivimos, duré unos meses y después estuve como subdelegado de Profeco.
Al terminar mi gestión regreso a mi oficina y me llamaron para ser parte de la planilla de Jesús de León y quedo como coordinador de la fracción del PAN.
En 2017 pido licencia para ser candidato a diputado local, no lo logró y Marcelo Torres me invita a ser su suplente, además de que piden apoyar a Jorge Zermeño en su campaña como alcalde y cuando gana me incorporo como Secretario del Ayuntamiento. Luego cuando busca la diputación federal me da la confianza de cubrirlo como alcalde interino.
Si tuviéramos que resumir estos años en un libro, ¿cómo se llamaría?
Desafíos. Cada día es uno en el servicio público y mientras vas alcanzando responsabilidades tienes nuevas tareas. En 2018 nos tocó vivir lluvias torrenciales desde la perspectiva del gobierno y fue terrible la desesperación o impotencia de ver cómo estaba rebasado el sistema hidráulico de la ciudad y nada más contuvimos algunos puntos.
En el tema de la pandemia nos vimos al límite todos los gobiernos y más aquí por el tema económico y social. Aunque me tocó vivir como servidor público la influenza, no fue igual que en esta ocasión.
¿De niño imaginó vivir todo esto?
Me imaginé más cosas aunque me digan arrogante. Sí pensé en ser alcalde, pero no por la vía en que llegué sino por la de la elección y esperamos tener algún día la oportunidad de contender.
CALE