Desde que era niño, Héctor Villegas, ex consejero jurídico de la Ciudad de México, soñaba con ser abogado, una de sus pasiones es leer; sin embargo, su actual responsabilidad ha dificultado mantener ese hobbie; escucha todo tipo de música, al grado de considerar, luego de acudir a un concierto, que Ricardo Arjona “no es malo”.
¿Quién es Héctor Villegas?
Un funcionario público que está en el tema de transformar la ciudad y el país desde hace 30 años. A Claudia (Sheinbaum) la conozco desde la universidad y ahora nos tocó estar en el gobierno.
¿Dónde nació?
En Ciudad de México, pero no me acuerdo si en la (colonia) Obrera. Viví hasta la adolescencia en la colonia Portales, ahí estudié el jardín de niños, la primaria y la secundaria.
¿Cómo fue su infancia?
Bien divertida. Estaban cerca de mis primos y amigos. Crecí en una época en la que todavía se podía jugar en la calle.
¿Es hijo único?
No, somos cuatro. Tengo una hermana, Elda, la más grande; después Francisco, yo soy el tercero y Gustavo el cuarto.
¿Fue buen estudiante?
Más o menos, siempre me gustó la escuela.
¿Algún regaño que recuerde?
Era muy chico y mi papá nos dijo que teníamos que saber el teléfono y la dirección, nos dijo: “Regreso en tanto tiempo, voy a hacer tal cosa, y si no se lo aprenden, va a haber consecuencias”. Yo me lo aprendí en una hora, pero fue bajo amenaza.
¿Tiene hijos?
Sí, soy papá de cuatro niños.
¿Qué edades tienen?
Los chiquitos, cuatro, son cuates; los grandes ya tienen 26 y 30 años.
¿Cómo conoció a Claudia Sheinbaum?
En la universidad, nos tocó participar en el movimiento del Consejo Estudiantil Universitario. Yo por la Facultad de Derecho y ella por la de Ciencias Políticas, ahí coincidimos.
¿Ahí se hicieron amigos?
Sí, y hemos conservamos la amistad durante todo este tiempo.
Si no hubiera elegido Derecho, ¿qué le hubiera gustado estudiar?
Historia.
¿Qué quería ser cuando era niño?
Siempre me llamó la atención el derecho, la justicia.
¿Qué deportes practica?
En preparatoria jugué voleibol representando a la UNAM; ahora corro, me gusta mucho, mi primera carrera de 10 kilómetros fue en el Segundo Piso (de Periférico).
¿Cuál es su lugar favorito para correr?
El que me queda más cerca es el Bosque de Tlalpan.
¿Corre todos los días?
No, ahorita es complicado. Cuando puedo, corro a las 5 de la mañana.
¿Cuándo no está trabajando qué hace?
Es complicado no estar trabajando, la jefa de Gobierno es exageradamente trabajadora, muy comprometida con todo, y como la función que tengo es muy transversal, pues cuando lo requiere ahí estoy. Normalmente lo que trato es de llegar temprano a la casa para ver a mis hijos, los chicos, porque casi siempre están dormidos.
¿Qué música le gusta?
El jazz, pero también las rancheras.
¿Quién es su artista favorito?
He llegado a ir a conciertos que no hubiera imaginado, alguna vez fui a ver a (Ricardo) Arjona y no es malo.
¿Le gusta leer?
Sí, aquí leo todo el tiempo de leyes; soy aficionado a la lectura, pero la verdad se me ha complicado leer de otras cosas, antes de este encargo leía un buen de libros al año.
¿Cuál es su libro favorito?
Casi el paraíso, de Luis Spota.
¿Por qué?
Creo que parte de mi introducción a la política es por Luis Spota, en su libro habla de la sociedad y cómo el personaje principal le toma el pelo a los mexicanos; haber entrado al servicio público se lo debo a él.
¿Qué comida le gusta?
La gastronomía mexicana me encanta.
¿Qué lugar de CdMx le transmite tranquilidad?
El bosque de la ciudad, los Dinamos hacen parecer que no estás en la capital, tienen una vista espectacular.
¿Qué le quita el sueño?
Casi nada, duermo bien.
¿Cuál es su lema de vida?
Hay que ser feliz.
¿Es feliz?
Claro.