El combate frontal al robo de hidrocarburo continuará a través de las líneas de investigación y en estricta coordinación entre Secretaría de Seguridad Pública estatal, Guardia Nacional y Defensa Nacional, afirmó el gobernador Julio Menchaca.
Aunque los trabajos de inteligencia reflejan objetivos prioritarios de detención en el combate al huachicoleo, el mandatario estatal prefirió no adelantar información al respecto. “Son datos que deben tratarse con mucho cuidado porque si no los alertamos”; sin embargo, informó que de momento no existen elementos que puedan confirmar la colusión de autoridades municipales en el delito federal.
“Desarrollamos un combate frontal al robo de combustible; no se habían realizado estos cateos con la intervención de la Policía Estatal como hoy. Hay un trabajo de inteligencia, identificación de lugares de robo de hidrocarburo, así como los resultados con la puesta a disposición de personas presuntamente involucradas en este ilícito y el decomiso de combustible, como el de 26 mil litros en Tula. Preocupa mucho porque no solo es proteger el patrimonio de los mexicanos sino que lo más importante es garantizar la vida de las personas”, manifestó.
Julio Menchaca aclaró que la inacción de la policía municipal de Tula en este operativo en contra del robo de hidrocarburo se debe a que fue una acción diseñada por la Seguridad Pública estatal, la Guardia Nacional y la Defensa Nacional, pues no existen elementos para confirmar una posible colusión de la autoridad municipal con los grupos delictivos, “pero estamos en esa investigación”; añadió, los operativos van a continuar en todo el estado, sobre todo en municipios donde se tiene mayor incidencia de este delito federal.
Finalmente, el gobernador reiteró el llamado a la población para inhibir y no coadyuvar en las tomas clandestinas, pues además de ser una actividad que pone en riesgo su vida, también lo es para su libertad. “El llamado es para que se inhiba este ilícito, porque puede lastimar mucho y cualquier chispa o accidente causan tragedias. El problema es que los grupos criminales han socializado este delito en las comunidades y lo ven como algo normal, pero se debe dimensionar el riesgo que se tiene”.