Para el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, el rock progresivo quedó en el armario de sus buenos recuerdos. Sus gustos ahora apuntan al jazz, en especial a Miles Davis, cuyo disco 'Kind of Blue' es uno de sus favoritos para relajarse y hacer frente a “las críticas más acérrimas” sobre la lucha contra la pandemia, que está a su cargo.
En esa misma evolución musical del funcionario, bandas como Pink Floyd y King Crimson fueron sustituidas por John Coltrane y Dizzie Gillespie, además de algunos intérpretes latinoamericanos y de música clásica que lo ponen en contacto con la tierra.
P: ¿Dejó el rock por el jazz?
R: De joven me gustaba el rock, ahora ya no soy tan aficionado. Cuando escucho jazz, por ejemplo, me conecto con esa parte humana que nunca debe perderse, sobre todo cuando se trata de ser empático con el dolor, la pérdida, con los enfermos y el rostro de la tragedia causada por la pandemia.
P: Sus decisiones sobre la pandemia han sido temas de amplio debate. ¿Lo frustran?
R: Son comentarios poco favorables que no siempre suman al esfuerzo colectivo. Muchas veces provienen de pequeños grupos y uno puede constatar que están en menor riesgo, no solamente en términos epidémicos y de contagio, sino en términos sociales.
P: En los pasillos de Palacio Nacional el epidemiólogo tiene fama de “respondón”.
R: Si ya saben cómo soy para qué le buscan (comenta entre risas).
P: Debe ser cansado...
R: Estoy acostumbrado. Lo que sí sigo teniendo son secuelas del covid: cansancio, dolor.
P: Las críticas también provienen de académicos y científicos reconocidos.
R: Hay aportes de grupos académicos dispuestos a contribuir al interés nacional. Hay representantes de 14 instituciones científicas y académicas nacionales, incluidos el Banco Mundial y la Cepal, que presentaron una serie de recomendaciones para el control de la pandemia y sobre la importancia del desarrollo de grupos de trabajos centrados en analizar y atender el síndrome post-covid. Presentaron un trabajo refinado y de análisis. Bienvenida la crítica.
P: Ocupamos los primeros lugares en mortalidad.
R: Un país como México, que es la economía 14 o 15 en el mundo, ocupando el lugar onceavo en población, tiene la mitad de su gente viviendo en condiciones de pobreza. Esto es insultante, indignante. Hay responsables identificables: el sistema económico que tenemos, pero también las personas que se han beneficiado de ese sistema, particularmente a lo largo de 30 o 40 años.
Llegó la pandemia teniendo a un sector poblacional con necesidad de trabajar para sobrevivir, que carece de servicios de salud e informativos y con vías de acceso (limitadas o inexistentes), como sucede en áreas rurales. Son una infinidad de carencias que al final repercuten en la posibilidad de responder o no ante una enfermedad como el covid.
P: ¿Se enfrentó la pandemia sin médicos capacitados?
R: Recibimos un sistema de salud que jamás logró una cobertura universal y que en los últimos 15 años comenzó a deteriorarse. Esa carencia de 240 mil trabajadores de la salud y los actos de corrupción hicieron que no se renovaran los equipos, que no se abastecieran los hospitales con insumos, que no se entrenara al personal, que tuviéramos un sistema desorganizado. Eso también tiene responsables, irónicamente algunos son los que han escrito libros o documentos críticos a la respuesta del gobierno frente a la pandemia.
P: Una de las sugerencias de la UNAM es el uso obligatorio del cubrebocas en espacios cerrados. ¿Se adoptará como parte de los ajustes a la estrategia?
R: Esta sugerencia desde luego es importante, pero no representa una de las recomendaciones de consenso de las 14 instituciones. Tampoco representa el pensar de la colectividad de la UNAM, es una visión particular del doctor Samuel Ponce de León, respetadísimo colega y amigo, quien es coordinador del Programa de Investigación en Salud de la UNAM.
P: ¿Estamos listos para afrontar la tercera ola?
R: Ningún país está exento de tener una tercera, cuarta o quinta ola. No se conoce científicamente cuáles son las señales que hacen esperar que se presente o no. Lo que nos toca es monitorear la epidemia, como lo hacemos todos los días, con los múltiples indicadores y con base en la información que generan las entidades federativas.
¿Qué es posible pensar? Que esta ola pudiera presentarse y si la población toma conciencia de eso, actúa con las mismas recomendaciones que hemos dicho a lo largo del epidemia, entonces lograremos que esta transmisión se disminuya en algún momento y el aplanamiento de la curva.
P: ¿Es posible que, ante el riesgo de contagio, haya medidas especiales para el proceso electoral sin que se cancele?
R: Faltan varios días para el 6 de junio, pero viene toda la fase de preparación. La experiencia de las elecciones en Coahuila e Hidalgo en 2020 fue ilustrativa de los retos sobre todo de la coordinación institucional. La buena colaboración del INE, en particular de su consejero presidente, permitirá lograr que en estas elecciones se resguarde la integridad sanitaria de los votantes.
dmr