El uso de la Inteligencia Artificial (IA) en las actividades del Congreso de la Unión podría contribuir a tomar decisiones más informadas, optimizar los recursos, mejorar la comunicación de los legisladores con la ciudadanía y hacer más eficiente el proceso legislativo.
Así lo señaló el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, al subrayar que las nuevas tecnologías pueden generar un impacto significativo en la eficiencia, transparencia y calidad de las decisiones públicas.
No obstante, la adopción de la Inteligencia Artificial en el Poder Legislativo supone también limitaciones y riesgos importantes.
Entre ellos destacan el uso de información imprecisa y desactualizada, la importación de soluciones no adecuadas para las realidades del país, problemas de plagio, la dependencia tecnológica, el mal uso de los datos personales e institucionales y los peligros cibernéticos que podrían vulnerar los sistemas utilizados por las instituciones para el cumplimiento de sus funciones.
El análisis “El uso de la IA en el Poder Legislativo”, elaborado por el investigador César Alejandro Giles, advierte que México carece actualmente de una regulación para promover el desarrollo ordenado y el aprovechamiento seguro e incluyente de la Inteligencia Artificial.
Sin embargo, señala, es inminente que el Congreso aborde estos temas, dada la velocidad e intensidad de los cambios que esta tecnología está trayendo consigo.
La investigación subraya por ello la necesidad de que los legisladores trabajen en una legislación para garantizar el uso responsable y ético de la Inteligencia Artificial, y al mismo tiempo fomente su desarrollo e innovación en beneficio de la sociedad.
LG