Como medida para prevenir los contagios de covid 19, la Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos anunció el cierre de sus puertas el 31 de enero, 1 y 2 de febrero, días donde se celebra a la imagen mariana. Además de que se detalló que los que asistan a la peregrinación virtual podrán obtener la indulgencia plenaria.
En entrevista para MILENIO, el vocero de la Basílica de San Juan de los Lagos, Heriberto García, dijo que la decisión de cancelar todas las peregrinaciones y la caravana de la fe fue por un compromiso con la sociedad, pues aseguró que durante las fiestas de la Candelaria arriban 2.5 millones de fieles al templo.
"Los peregrinos que vienen en estas fechas en la fiesta de la Candelaria, llegan a un aproximado de dos millones y medio de personas, entonces viendo el aumento los casos de covid-19 y al no tener la infraestructura para recibirlos decidimos cerrar las puertas".
Durante los días de cierre del templo mariano serán transmitidas una serie de misas y peregrinaciones virtuales, con ellas los fieles podrán acceder a la indulgencia plenaria que el papa les concedió con motivo del 250 aniversario del traslado de la imagen de la Virgen de San Juan a la Catedral.
"Buscamos evitar el colapso de los centros hospitalarios, pues las aglomeraciones pondrían en peligro la integridad de los peregrinos y de los pobladores de San Juan de los Lagos y sus alrededores".
Los horarios de las misas, las cuales se transmitirán por las redes sociales de la Basílica y la Diócesis de San Juan de los Lagos, serán a las 09:00 y 11:00 horas. Mientras que el rosario a las 16:00 y 17:30 horas, y la misa solemne a las 16:30 horas. Al finalizar cada una de las liturgias donde se concederá la indulgencia plenaria, donde se perdonan los vestigios de pecado, según las reglas vaticanas, se realizará una peregrinación virtual hasta llegar al templo.
Crisis económica en la Diócesis
Las ofrendas, diezmos y limosnas que año con año se perciben en la Basílica de San Juan de los Lagos durante las celebraciones de la Candelaria sirven para mantener a los sacerdotes en formación, a los clérigos de edad avanzada o enfermos, además de los pagos de servicios del templo mariano e iglesias a las que el ingreso es menor a sus necesidades.
El cierre de las iglesias al inicio de la emergencia sanitaria y el cierre durante las fiestas es un duro golpe para la economía de los religiosos, pues de la basílica se sustentan muchos proyectos de colaboración no solamente con la diócesis sino con otras Diócesis.
El sacerdote señaló que se han tenido que recortar o aplazar muchos proyectos, pues las donaciones han disminuido de una manera considerable, esperando que una vez controlada la pandemia este controlada puedan volver a la normalidad.
"Estamos en números rojos literalmente y como entendemos la situación hemos tenido que recortar muchos proyectos en cuestión de gastos para poder sobrellevar. Poco a poco hemos ido saliendo, pero muchos proyectos se han aplazado por la disminución económica hablando los donativos que también han recortado y no alcanzan".
icc