Casi imposible, hallar ADN en restos de Tlahuelilpan, coinciden expertos

Tragedia en Hidalgo

“El peor de los escenarios”. De las 68 personas que murieron en la explosión, apenas 16 han sido plenamente identificadas; en el lugar hubo temperaturas superiores a los mil grados centígrados.

Las cifras de la explosión de Tlahuelilpan siguen subiendo y la identificación de cuerpos se dificulta.
Daniel Venegas
Ciudad de México /

La explosión del ducto en Tlahuelilpan reúne las condiciones para considerarse "el peor de los escenarios" posibles para la conservación del ADN en los restos de quienes fallecieron en el lugar, ya que el fuego intenso es lo que más degrada el material genético, aseguran diversos expertos en la materia.

Hasta el momento se contabilizan 125 víctimas fatales y aún existen casos en los que los restos hallados no han podido ser identificados debido al deterioro generado por el intenso calor. De las 68 personas que murieron en el lugar de la explosión, apenas 16 han sido plenamente identificadas. El resto está bajo análisis mediante la comparación de ADN con el de quienes buscan familiares.

Pero la tarea es difícil. De acuerdo con especialistas en el estudio del ADN del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad y del Laboratorio de Genética del Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México, el calor intenso —como el registrado en Tlahuelilpan, donde se detectaron temperaturas superiores a los mil grados centígrados— es lo que más degrada el ADN.

El doctor Jean Philippe Vielle, del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad, destacó que "cuando los restos orgánicos están altamente quemados y carbonizados el ADN se degrada; si bien es una molécula que está presente en muchas partes del cuerpo y en la superficie del mismo, tiene tendencia a degradarse a altas temperaturas y esto impide que la tecnología actual nos permita descifrar el código del ADN".

El laboratorio, localizado en Irapuato y considerado uno de los más completos de América Latina, es pionero en secuenciar genomas completos de especies mexicanas de interés agrícola. Si existe un instituto en el país en el que haya una acumulación de conocimiento genético es éste; entre otros proyectos, sus investigadores han encabezado estudios de ADN antiguo, mediante el análisis de piezas prehispánicas. Hoy desarrollan el mapeo nacional genético del país, con miras a eventualmente crear el croquis del genoma mexicano.

Vielle explicó que el ADN es altamente susceptible a dañarse en altas temperaturas. Desde los 95 grados centígrados "se desnaturaliza, pierde la constitución de doble cadena que le permite ser desecuenciado".

Sin embargo, precisó que hay algunas esperanzas en el caso de Tlahuelilpan. Por ejemplo, los dientes de las víctimas. Aun cuando la explosión y posterior incendio mantuvo una temperatura elevada durante varios minutos sobre los cuerpos, "afortunadamente las piezas dentales son herméticas y en la médula de las mismas muchas veces puede uno encontrar ADN en suficiente grado de conservación para extraerlo".

El doctor Mauro López, jefe del Laboratorios de Genética del Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia de CdMx, concordó en que el trabajo que espera a los peritos nacionales o internacionales es complejo. La espera de las familias puede ser larga.

"Queda claro que el material calcinado carbonizado, desafortunadamente hasta el día de hoy, por la experiencia de un servidor y seguramente por otros investigadores, darán cuenta de que no se puede obtener un perfil genético. Va a depender de las condiciones a las que fue sometido el material", dijo.

Como Vielle, López recalcó que el fuego complica la labor de identificación, ya que si las condiciones de la muestra están a punto de calcinación o carbonización "desafortunadamente no serán obtenidos los perfiles genéticos; el fuego directo es una de las prácticas que desafortunadamente mas dañan el ADN y obviamente va a generar más problemas".

—¿En este caso se dio el peor de los escenarios?

—Desafortunadamente así es.

A pesar de que ninguna de las dos instituciones forma parte actualmente de la investigación de los restos de las víctimas del accidente de Tlahuelilpan, el director del Laboratorio Nacional de Genómica, Alfredo Herrera, manifiesta la disposición de institución para coadyuvar, aunque señala que no cuenta con la certificación para emitir dictámenes periciales en materia forense.

—¿Puede el Laboratorio Nacional de Genómica cooperar en una investigación de este tipo en alguna forma?

—Sí, desde luego, tenemos especialistas, es el pan nuestro de cada día aquí trabajar con el ADN y tenemos especialistas tanto en genética humana como en restos antiguos. Tienen un grado de conocimiento importante de cómo trabajar con las muestras. Tenemos de hecho un laboratorio especializado para trabajar con muestras humanas para evitar contaminaciones.

Después de la explosión en Tlalhuelilpan, las autoridades estatales iniciaron la recolección de muestras de ADN de los familiares para compararlas con los restos que, debido al grado de carbonización, no han podido ser identificados.

Hasta el momento existen 52 restos humanos en el Semefo de Pachuca, a los que se les realizan pruebas para tratar de identificarlos.

Claves

Gobernador

El 20 de enero, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, dijo a los familiares de las víctimas no identificadas que “todavía falta un largo trecho por recorrer, en el que pueden pasar días, semanas o meses para la identificación de los restos”.

Innsbruck

Explicó también que peritos de la Fiscalía General de la Nación y de la Procuraduría de Hidalgo harán el trabajo correspondiente y que en aquellos casos en que se considere necesario, se podrán enviar los restos a instituciones como Innsbruck, en Austria.

Ayotzinapa

A ese instituto fueron enviados restos para tratar de identificar a los normalistas de Ayotzinapa.

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