No existe “evidencia técnica” que respalde la hipótesis de la verdad histórica en el sentido de que los 43 normalistas de Ayotzinapa hayan sido trasladados fuera del municipio guerrerense de Iguala, tras ser atacados por Guerreros Unidos, el 26 y 27 de septiembre de 2014, así lo puntualiza el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj).
Una de las probabilidades es que estos hayan sido retenidos en casas de seguridad en Iguala, aunque no se descarta “el empleo de distintos métodos de traslado” a otras poblaciones, pero después del 27 de septiembre.
De acuerdo con la verdad histórica de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), la desaparición de los estudiantes concluyó con la incineración en el basurero de Cocula.
Sin embargo, el análisis de la red principal de comunicaciones que hizo la Covaj no brinda evidencia de conexiones que determinen la operación y participación durante los hechos de los principales actores de la verdad histórica, es decir, de los sicarios:
Gildardo López Astudillo, El Gil; Patricio Reyes Landa, El Pato; Agustín García Reyes, El Chereje; Salvador Reza Jacobo, El Lucas o El Wereke; Jonathan Osorio, El Jona; Felipe Rodríguez, El Cepillo, y Miguel Ángel Landa, El Duva o El Duvalín.
Según declaraciones para construir la verdad histórica, ellos formaban parte de una célula de Guerreros Unidos bajo las órdenes de El Cepillo y cotidianamente interactuaban.
No obstante, la estructura operativa que describen no coincide con lo analizado, pues los supuestos traslados y comunicaciones desde su trayecto a Iguala para la entrega recepción de los estudiantes y posterior ejecución no han podido confirmarse.
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La comisión menciona que tampoco hubo actividad relevante de comunicaciones entre las 00:00 y las 06:00 del 27 de septiembre en Cocula por parte de Guerreros Unidos, lo que contradice la hipótesis sobre el traslado de los normalistas de Loma de Coyotes a Cocula durante la noche del 26 o madrugada del 27.
Datos señalan que el 26 de septiembre, de las 00:00 a las 23:59, hubo al menos mil 684 comunicaciones de Guerreros Unidos en Iguala, cinco en Cocula, cuatro en Tepecoacuilco y una en Eduardo Neri (Mezcala y Carrizalillo).
Mientras que de las 00:00 a las 23:59, del 27 de septiembre, 2 mil 314 comunicaciones en Iguala, tres en Cocula, una en Tepecoacuilco y cinco en Eduardo Neri.
Por lo que, subraya el informe, no hay elementos que respalden movilización importante de Guerreros Unidos en Cocula en dichos días, y permite inferir que los jóvenes no fueron llevados a Tepecoacuilco y Eduardo Neri.
Agrega que en la madrugada y hasta las 10:00 del 27 septiembre destaca la actividad telefónica en Iguala de El Caminante; Ramiro Pineda Ocampo, El Chango, y de David Cruz, El Chino, registrada en la antena en Tláloc (noreste de Iguala), zona de influencia de Los Tilos.
“Llama la atención la ausencia de comunicaciones entre las 02:00 y las 08:00 de sicarios comandados por El Chucky (Eduardo Joaquín Jaimes) e Isaac ‘N’ y policías de Iguala identificados como Los Bélicos.
“Dicha ausencia es interrumpida solo por tres comunicaciones de El Chucky, alrededor de las 04:00, volviéndose a ausentar hasta la mañana siguiente”, detalla el informe.
Una de las hipótesis es que este grupo, tanto de sicarios como de Los Bélicos, pudo haber salido de la zona de cobertura telefónica para apoyar en la desaparición de los 43.