Los cerca de 350 integrantes del Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAAA) pasaron su primera noche en el Zócalo de la Ciudad de México, en el Centro Histórico, donde ayer trasladaron su campamento, que anteriormente tenían en la avenida Juárez y Paseo de la Reforma, desde el 19 de septiembre.
Los manifestantes permanecen en la primera mitad del Zócalo, luego de que la policía capitalina colocó vallas metálicas para limitar el paso hacia el Palacio Nacional.
Sin embargo, justo a la mitad de la Plaza de la Constitución, los integrantes de la organización colocaron una caseta para servir el desayuno que es: huevo con salsa y frijoles y un bolillo, además de café americano o un café con leche.
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Alrededor de 300 policías resguardan el plantón, como parte las medidas de prevención que mencionó ayer el gobierno capitalino, así como las inmediaciones de la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, además del cruce de las avenidas Plaza de la Constitución y 5 de Mayo.
Debido a esto, la organización colocó un equipo de sonido y megáfonos apuntando hacia Palacio Nacional, el cual utilizaron para realizar pronunciamientos desde temprano.
Asimismo entonaron el Himno Nacional a las 07:30 horas y reprocharon que no les permitieron el ingreso con el estandarte de la Virgen de Guadalupe, ni con estructuras de fierro.
Uno de los integrantes es Luis, un ingeniero electricista pensionado y empresario en el ramo, quien se define de "centro y apartidista. En entrevista con MILENIO aseguró que permanecerá en la Plaza de la Constitución hasta "que caiga" el presidente Andrés Manuel López Obrador, pese a que tiene sus dudas sobre si eso es posible.
Comentó que la apuesta del movimiento es que llegue más gente, de lo contrario el desgaste será mayor y festejó el "regreso de Ricardo Anaya pues es el único que puede enfrentar a López Obrador".
OMZI /FLC