El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que, de aprobarse la reforma eléctrica, las empresas privadas podrán duplicar sus ganancias en menos de 20 años, ya que se estima un crecimiento de cuatro por ciento anual en la demanda de sus servicios.
De acuerdo con el decálogo sobre el sector energético que presentó el mandatario a John Kerry, enviado de la Casa Blanca para el clima, y a nueve empresarios de Estados Unidos; esto demuestra que no se trata de una iniciativa estadista ni expropiadora y lo único que se busca es rescatar, por seguridad nacional, a Pemex y a la CFE para mantener precios justos de los energéticos.
“El 46 por ciento del mercado eléctrico mexicano representa un volumen de generación superior al de todos los países de América Latina, con excepción de Brasil, y en ese porcentaje se incorpora toda la inversión en generación de las empresas privadas. El crecimiento de la demanda estimada es de, cuando menos, cuatro por ciento anual, lo que duplicaría los ingresos potenciales para el sector privado en menos de veinte años”, señala el documento.
Y es que la propuesta de reforma implica un sistema mixto en materia de generación de energía eléctrica en el cual la Comisión Federal de Electricidad (CFE) genere 54 por ciento de la electricidad y el resto el sector privado.
Sin embargo, quedarían excluidos quienes hayan generado electricidad a través de vehículos ilegales o no debidamente autorizados, de acuerdo con la sentencia de la Corte sobre el esquema de autoabasto, así como a diversas observaciones de la Auditoría Superior de la Federación.
“Queremos evitar situaciones como las crisis que vivió Texas en 2021 debido a una tormenta invernal, o la que vive ahora España con un gran impacto para su población”, agregó.
En los puntos explicados, el gobierno de México reiteró que se respetarán los permisos de importación de las petroleras ExxonMobil, Valero, Koch, Shell y Tesoro, siempre y cuando no vendan huachicol ni contrabandeen combustible.
Aclaró que se retirarán las denuncias y se levantarán las clausuras existentes en las terminales de importación como gesto de buena voluntad, pero si se reincide en actos ilegales se aplicarán sanciones penales y revocará el permiso. En los casos en los que dichas terminales se construyeron sin permiso, sólo se podrá ofrecer como opción que Petróleos Mexicanos (Pemex), previo avalúo y en caso de necesidad, adquiera dichas instalaciones.
Pero no habrá nuevos permisos para las empresas que quieran participar en el mercado.
“Aclaramos que las nuevas solicitudes o los permisos en trámite no se otorgarán, porque queremos lograr la autosuficiencia energética y fortalecer a Pemex y a la CFE; es decir, tendrán prioridad las empresas públicas por el bien del pueblo y de la nación”, remarcó.
Insistió en la necesidad de que las petroleras estadunidenses que tienen contratos para extraer petróleo y gas inviertan, pues hay vigentes 112 contratos y sólo están invirtiendo dos empresas, ninguna de ellas norteamericana.
Además, López Obrador los invitó a que inviertan en el parque fotovoltaico más grande de América Latina (mil megavatios), ubicado en Puerto Peñasco, Sonora y a que suscriban acuerdos conjuntos para la producción de energía con la modernización de turbinas, equipamiento de presas existentes e instalación de celdas fotovoltaicas flotantes en los embalses de las presas.
“Las empresas como Sempra y otras que tienen acuerdos con la CFE y contratos de transporte en gasoductos podrían invertir en Topolobampo, Salina Cruz y Coatzacoalcos, donde se tienen terrenos y puertos para construir tres plantas de licuefacción y exportar gas a países de Asia, América y Europa. Las empresas interesadas deberán llegar a acuerdos con la CFE a más tardar en un mes”, puntualizó.
LP